` abril 2010 ~ Proyecto Nihon

Podcast de Proyecto Nihon

Nuestro grupo realiza periódicamente podcast analíticos donde evaluamos temas diversos del mundo del manga/anime, siempre con espíritu crítico. Además al final de cada año realizamos la evaluación de las mejores y peores series estrenadas.

Covers y tabs de guitarra y bajo

Considerando que muchos de los aficionados al anime también disfrutan de su música, nuestro grupo les facilita covers y tabalaturas para guitarra y bajo de diversos temas del anime y videojuegos.

Reclutamiento

Toda ayuda es bienvenida, por eso siempre estamos prestos a recibir a los interesados en colaborar con nuestro proyecto. Si estás interesado en la cultura popular japonesa como nosotros únetenos y colabora con nuestras reseñas, covers, podcast, etc.

Títulos recomendados por temporadas y años

¡Zetsuboushita! ¿Demasiados títulos para ver en cada temporada? No entres en desesperación, ya que con nuestra evaluación de series por año te puedes dar una idea de qué tan buena es la serie en cuestion.

Proyecto Nihon 4-Koma Manga

Muy pronto les traeremos las aventuras de nuestro staff en versión chibi bajo el formato 4-koma. Un manga de 4 paneles de aventura, humor, horror, tragicomedia, spaghetti western, pastafarismo y demás cosas locas. Basado en hecho (i)reales XD

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martes, 27 de abril de 2010

Rainbow - Nisha Rokubō no Shichinin episodio 1: After the Rain Emitido el 06/04/2010

Argumento: Corre el mes de junio de 1955, Japón después de diez años de haber perdido la guerra se encuentra socialmente devastado. En esta crisis social, los más afectados son las mujeres, ancianos y niños, y el clima de injusticia se percibe en todo el lugar. Asimismo, la violencia forma parte de la vida diaria de muchos jóvenes. Implicados en diversos casos de agresión, estafa y hurto, seis jóvenes con edades alrededor de los 17 años son trasladados a la escuela especial disciplinaria de Shonan. Durante su traslado, en un día lluvioso y oscuro, son llevados esposados y encapuchados en un transporte público provocando la desaprobación de los pasajeros y el rechazo, al punto de que incluso un acto cordial es reprobado; una niña deja caer su muñeca y uno de los prisioneros al intentar devolvérsela provoca el llanto de la niña, quien una vez los delincuentes son dejados en su destino arroja la muñeca por la ventana. Este acto impropio es castigado por uno de los guardias quien les recuerda que no merecen siquiera tocar pertenencias ajenas. Ya en la escuela disciplinaria, son llevados hasta el consultorio del Dr. Sasaki para un examen de rutina, aunque totalmente falso, cuya única finalidad es quebrantar su determinación. Tras haber sufrido esta vejación son conducidos a la celda seis del complejo dos para su confinamiento. Allí se encuentran con un hombre leyendo que los ignora totalmente, y tras ser provocado los desprecia y ridiculiza; aprovechando su superioridad numérica deciden atacarlo, pero el hombre se pone de pie y revelándose como un boxeador les da una golpiza a todos. Ante el alboroto el guardia que los trasladó llega y da un castigo ejemplar al boxeador, aprovechándose de su cargo, para luego ordenarle a los demás que también lo ataquen para vengarse, a lo que se niegan. Dispuesto a castigarlos a ellos también, es detenido por el hombre a quien se le creía inconciente tras la golpiza. Aboga por ellos y también llega el Dr. Sasaki para detener al guardia. El hombre cae desmayado en la habitación; luego de recobrar el conocimiento agradece a uno de los jóvenes el haberle limpiado la sangre y decide fumar el cigarillo que ofreció antes otro de los recién llegados. Se presenta como Sakuragi y les ofrece fumar con él; a partir de ese momento viendo su naturaleza fuerte y bondadosa será como un hermano mayor durante los dos años que aparentemente estarán confinados en ese lugar.

"No... temas... pequeña... no... te... haré... daño..."
Una nueva forma de hacer que los niños hagan sus deberes o terminen la comida

Impresiones: En determinados contextos de producción masiva, ligados a estrategias comerciales y ajenos a la demanda de la revitalización y profundidad fuera del entretenimiento, como respuesta a necesidades básicas y fisiológicas de un colectivo erotizado por la mass media y la coyuntura, surgen planteamientos – a veces – peculiares. Tenemos así, que una propuesta no necesariamente fresca es capaz, dentro de los márgenes de su densidad, de aliviar el panorama coercitivo del conformismo consumista, engrosando la fila de la resistencia creativa en un periodo dado. El seinen, género que tomando su raíz se deduce orientado a un público conformado por jóvenes y adultos, ha aprovechado las tendencias – sin escapar a ellas del todo, pues la limitación primaria siempre será la tecnología de la época – para abrirse camino entre demandas alternativas de información, conocimiento y arte – nótese el orden y confróntese. En un contexto donde el público objetivo está delimitado por una nacionalidad en particular, el sector destinatario de las producciones percibe la generación de contenidos en base a su propia necesidad mayoritaria, ya que establecer el punto de equilibrio de oferta y demanda forma parte de la supervivencia del mercado. Si consideramos estas premisas, podemos preguntarnos cómo lo alternativo y su grupo “minoritario” demandante, es capaz de sobrevivir en una situación que comercialmente parece ser hostil. Pues la respuesta es sencilla, aquella situación es hostil en apariencia. El consumo de historias adultas en productos como manga y anime en Japón está determinado por diversos factores que al igual que las tendencias coyunturales le garantizan su subsistencia y progresivo desarrollo.

Representación del gobierno Japonés y UNESCO castigando al
fan service, el ecchi, el loli, el shota, el hentai y el yaoi (sí, denle duro a ese)


Dejando de lado el aspecto más convencional que otorga al factor de constancia creativa la aparición de historias “serias”, podemos atribuir las preferencias por el género seinen no solo al sector asiduo de suspense, sino a colectivos como el masivo, adulto y foráneo. Para sostener esta afirmación consideremos que al incrementarse el número de consumidores en un universo o muestra estadística, las probabilidades de la aparición de más consumidores de un género determinado se incrementan en base al número del total y eso rige para el caso de los extranjeros. En el caso del sector adulto, consideremos su preferencia por la media durante su periodo de infancia, adolescencia y juventud, por lo que esta evolución generacional deviene en un natural cambio de preferencias, por lo general hacia lo maduro – no es una regla absoluta. Y finalmente, el más interesante, es que dentro del consumidor masivo existen géneros que si bien tienen un nivel bajo de demanda poseen un porcentaje mínimo de interés que sumado al de sus similares consumidores se incrementa exponencialmente y sufre variaciones a favor, tomando en cuenta el crecimiento adulto mencionado antes. Es así como en estos tres niveles podemos observar la respuesta al porqué un género adulto es de interés para la industria si resulta tan “alternativo” en apariencia; el mercado es mediado por la oferta y demanda, pero esta es fluctuante y depende de preferencias cambiantes tanto por factores exógenos (moda) o biológico-sociales (madurez). En este escenario, aparece el estudio Madhouse con una propuesta que evolucionando a lo largo de los años cubre un importante porcentaje (cfr.) de producciones adultas. Este estudio ha producido una larga lista de títulos provenientes de fuentes diversas como novelas y mangas, adoptando características reconocibles en forma y fondo – llámese, estilo de animación y argumento, respectivamente, con énfasis en el thriller – convirtiéndose casi en emblemático del género. Estas preferencias son efectivamente mediadas por factores estratégicos como demanda y tendencias, pero pese a este filón comercial no ha perdido las constantes, manteniéndose auténtico en su espíritu, incluso sin contar con una organización creativa con base común (Gainax, Shaft, IG), poseyendo sólo colaboraciones, con resultados felices.

"Abra la boca por favor"
Examen: Amígdalas
Motivo: Rutina
Dificultad: ¡EXTREMA!

La historia de Rainbow - Nisha Rokubō no Shichinin, es una adaptación del manga de George Abe (guión) y Masasumi Kakizaki (dibujo) ganador del premio Shogakukan en el 2006, que en líneas generales desarrolla la historia de siete jóvenes recluidos en un reformatorio. Esta premisa propicia el desarrollo dramático de cada uno de los episodios y el staff entiende muy bien eso pues pese a contar con los habituales veintidós minutos promedio provoca una sensación de brevedad. Esto ocurre por la concentración de emociones que se genera y espera despertar en el espectador, lo cual desarrollaremos más adelante. En argumentos de este tipo es sabido que el uso de referentes incorporados en el saber popular o cultura pop provenientes del arte o literatura son fundamentales, y siendo utilizados por adaptaciones previas del estudio, en concordancia con el guión original se nos introduce a un universo controlado meticulosamente. El clima es hostil y el reformatorio es oscuro, las tomas introductorias lo muestran como impenetrable, como una fortaleza bajo la lluvia, lo cual es el referente clásico del gótico y sus recursos de formato: día tormentoso, separación del colectivo, ingreso a lo desconocido, fortificaciones intimidades, etc. – solo descarten la damisela en peligro –; de otra parte, los huérfanos y reformatorios también se trataron antes en Monster. En el contexto histórico, el Japón de 1955 fuera del clima político que desencadenara la sucesión y disputa de los partidos liberal y demócrata, y su radical incremento de valor inmobiliario, padecía tras haber perdido la guerra, de los efectos habituales en estos casos: violencia, caos, desunión, subversión, y demás actos combatidos con políticas represivas de las libertades. En efecto, tal como se indica en la serie, los grupos minoritarios más débiles padecieron lo peor y aquí está el referente de la historia que apela al recuerdo japonés y su correlato histórico. Estos breves ejemplos sitúan el marco propicio para generar impacto, pero añadiendo vectores que no convergen en el drama histórico necesariamente. Para complementar este apartado, hallamos en la animación y música de la serie, las habituales técnicas de Madhouse con la animación, presentando una coloración oscurecida en un nivel simbólico y en uno real o ambiental – siempre desafiando la percepción del contraste de cualquier pantalla y retina –, y con la música, eligiendo el post-rock en la tradición de Hideki Taniuchi (Akagi, Kaiji, Death Note y Aoi Bungaku); combinación más que perfecta para el particular, al conseguir respaldar la manipulación emocional.

Un clásico, "Falcon Punch!"

El manejo de la emoción es una técnica muy importante para este episodio que logra condensar en una extensión regular, emociones que en sincronización con el espectador desencadenan reacciones muy bien perfiladas. Mencionamos la aparente brevedad del episodio, o al menos la percepción del mismo, ya que incluso en visionados sucesivos el efecto soporta la repetición y se decanta por su sólida premisa, resultante de amalgamar recursos (historia, secuencias, situaciones, diseño, tiempo, simbolismo y música) y suponer como factor imprescindible, la emoción o mundo moral del espectador. Un drama de esta naturaleza despierta en el televidente emociones que son justificadas al asimilar el relato, disponiendo de un grupo de personajes marginales en situaciones de vulnerabilidad y desasosiego. Durante el largo del capítulo se los ha visto padecer del rechazo justo/injusto, de su vejación física y moral, del quiebre de sus umbrales morales e ideológicos y de la re-humanización a través de la esperanza o promesa del resarcimiento. Encarnada cada emoción en un personaje, los conflictos fungen como vorágine en un mundo endurecido que clama por la compasión del público, algo propio de un discurso enarcado como populista, pero válido en pos del arte/animación/historia. El uso de una narradora refuerza el ritmo expositivo con cadencias e inflexiones que en voz de Megumi Hayashibara – hecho que se agradece en grado sumo – funcionan en todos los niveles planificados, haciendo poética la trama violenta y dura que pretende venderse – y que realmente es. Esta condensación mantiene en un estado peculiar los minutos porque parece adolecer de un crescendo claro, y se suspende en un tempo de revelación y climax poco común, más ligado a un esquema de prólogo que de introducción. Lo cierto es que una síntesis de este tipo con sólo picos dramáticos disimula el crescendo a partir de un hecho de por sí climático, ocultándolo, pero que funciona a discreción en fibras emotivas conscientes e inconscientes. El drama entonces estalla a cada momento, desde el primer segundo y sigue en ese nivel de éxtasis durante su exposición cambiando de leitmotiv a merced de la evolución de personajes – obsérvense los cambios de perspectivas y visión del mundo a lo largo del capítulo.

Estos chicos son un desastre, literalmente. Miren este rostro

Otro de los hechos que conducen el manejo del espectador es la relación de los personajes con los demás y el simbolismo que entraña la evolución de planos hasta el evidente cambio final. Quizás el elemento más claro de cambio, progresión y avance sea, además del cambio y desplazamiento de planos espaciales, la transformación anímica del grupo, coronada por el simbólico cielo despejado en el final del episodio. Se abre y cierra con paisajes claros, soleados, esperanzadores y vivos (el árbol tallado) que son diáfanos en sí, pero melancólicos como vemos en gran parte de la animación, oscura y opresivamente densa. La relación con los demás no es agradable, se muestra tergiversada por malos entendidos, supuestos y prejuicios cuyos ejemplos son: la niña rechazando la ayuda de Jou, el guardia golpeando en todas las ocasiones a los reclusos, la vejación sexual del doctor de la escuela y el escarmiento de Sakuragi – que los golpea en dos niveles el físico y el espiritual. Estas relaciones conflictivas no son, sin embargo, lo suficientemente fuertes como para no ser contrarrestadas por el resarcimiento. La luz no está privada al recuerdo o a la exterioridad del relato sino que está esperando allí, los aguarda hasta que comprendan que el mundo que conocen los hace víctimas de su propia ira. No es hasta que Sakuragi los golpea y los sermonea, que logran entender su situación real. No podían ver la luz de esperanza porque estaban sumidos en el odio, pero en esas fauces la luz del resarcimiento aguardaba ser despertada y Sakuragi, quien la tiene de su parte, y conoce además el infierno, se las muestra, siendo castigador y salvador al mismo tiempo. Por esto, no es gratuito el hecho de que la única ventana que ilumina parcialmente la habitación siempre esté frente o a espaldas de Sakuragi. Esta se convertirá luego en el medio conductor para el acceso a la esperanza, o al menos a su promesa, porque son re-humanizados; han sido llevados hasta allí en sentido estricto para cumplir sus penas, pero también para conocer el resarcimiento. Sakuragi encarna esos valores ideales que ellos requieren para estar completos y seguros, porque esa seguridad de hermano mayor (aniki o anchan como lo apodan), con enfoque épico, varonil y delincuencial es paradigma – el concepto de kakkoii es llevado al extremo de lo dramático. Véase el diseño, voz, entonación, y postura de Sakuragi. Rainbow es una serie que condensa múltiples emociones sin sacrificar lo verídico y realista logrando un climax – usemos epicness por capricho – verdadero, lo cual es un gran acierto. Esta es una producción lograda que soporta el análisis y el múltiple visionado; una historia adulta de mano de los cuasi-especialistas del género (Madhouse) en un periodo saturado de producciones masivas que ya agotaron sus recursos y presentan, sino decadencia, sí transformación (para bien o mal). En síntesis, una de las series seinen de visionado obligado en esta temporada, y digo una, porque hay más títulos – los revisaremos aquí también: Sarai-ya Goyou, Senkou no Night Raid y Yojo Han Shinwa Taikei – del género que “aparentan” ser interesantes en esta primavera 2010.

Michael Scofield y compañía posando para el póster de Prison Break

miércoles, 21 de abril de 2010

Arakawa Under the Bridge episodio 1 (emitido el 04/04/2010)

Argumento: Ichinomiya Ko es un ciudadano modelo, un individuo perteneciente a la elite, con una formación privilegiada y un sentido del deber único, pues pagó sus estudios con sus propios ingresos, incluso siendo heredero de la acaudalada familia Ichinomiya – familia que inculca como base el no deberle ningún favor a nadie. Por esta razón, se considera lo suficientemente digno como para no entrar en pánico ante su accidente; y es que un grupo de vándalos adolescentes le quitó los pantalones y los ataron a la viga de un puente. Ante esta situación y considerando que aparentemente no hay quien lo vea, decide subir para recuperar su prenda, pero una joven se percata del hecho; tras un intercambio de palabras sobre la naturaleza “exhibicionista” de Ko y su negativa a recibir ayuda, en su ascenso por el puente, este cae al mar al desprenderse una viga en construcción. La joven lo salva del agua y allí empieza el martirio de Ko, pues aquella acción entra en conflicto con su principio de no deberle nada a nadie; le ofrece entonces alguna compensación para saldar su deuda, pero la joven que se presenta como Nino la rechaza. Esto provoca un ataque asmático en Ko quien padece de estos síntomas cada vez que su nivel de estrés se incrementa, casi siempre relacionado con las deudas para con los demás. Así, Nino le propone – no sin antes revelarle que proviene de Venus y que vive bajo el puente – que una forma de compensarla es que se convierta en su pareja. El joven elite no tiene más que aceptar la propuesta bajo sus principios y se ve obligado a vivir con la extraña muchacha quien para concretar las formalidades lo lleva a conocer al “jefe” de la zona, un sujeto sospechoso disfrazado con traje de Kappa – y que realmente cree ser uno, tal como Nino cree ser de Venus - quien desata la ira/sorpresa/incomodidad/alteración de Ko, al ser aquel personaje la confirmación de que todos los habitantes de esa zona están completamente dementes.

Ko Ichinononomiya (perdón, tartamudeé), haciendo gala de su
antirracismo. Zetsuboshita!


Impresiones: Uno de los grandes y recurrentes errores del colectivo es relacionar una obra con su inmediata predecesora “espiritual” o “consanguínea”, debido a que en los vínculos que pueden parecer evidentes, incluso en lo mínimo, el factor radical – en su contexto de raíz, y origen común – se tergiversa a merced del desconocimiento o de lo antojadizo. Es cierto que los mecanismos asociativos del pensamiento humano identifican una imagen fijada bajo determinadas circunstancias – felices o traumáticas – con otras en apariencia o esencia semejantes, pero este fenómeno se produce debido al principio de cierre que la Gestalt planteó. El “cierre” es un proceso que ocurre cuando el objeto analizado carece de un fin, de un término, de una conclusión, y la mente en compensación atribuye un significado a esa carencia, cerrando el círculo. No obstante, esta acción puede devenir en acierto o error, pues es con preconcepciones que el observador completa esa parte faltante del objeto observado, atribuyendo a partir de su experiencia el significado de círculo cuando existe la posibilidad de que aquel objeto posea forma irregular y no sea geométricamente perfecto o reflejo de la imagen preconcebida. Aunque producido casi involuntariamente, este fenómeno funge de compensador para cubrir la incapacidad de percibir algo en su forma completa y reducir así, la incertidumbre ante la irregularidad. Este hecho es la causa o quizás la analogía perfecta para analizar las reacciones provocadas en el gran público tras el visionado del primer episodio de la serie que nos ocupa, Arakawa Ander the Bridge, la más reciente producción del estudio Shaft. Sobre esto, muchos han dicho que el referente a su trabajo previo, Bakemonogatari, es ineludible y en el nivel más bajo que resulta un plagio descarado. No nos ocuparemos del sector que carece de fundamentos para enarbolar un argumento así bajo la expectativa de presenciar un shoujo en toda regla o una serie en clave de fórmula, pero sí de lo que en diversos niveles se ha dicho, la relación directa con la obra anterior de Shinbo.

La siguiente frase es "Hazlo o lloraré. Escupiré mi leche y lloraré"...
Menudo ejemplo paterno, con razón los psicoanalistas tienen trabajo aún

Bakemonogatari significó otro de los éxitos del estudio, llevando a la sublimación los recursos estéticos como resultado de la experimentación a través de géneros y títulos previos; poseía además un desarrollo lo suficientemente balanceado como para satisfacer las expectativas de más sectores – pues sorprendentemente hay quienes no toleran sus adaptaciones de las obras de Kouji Kumeta y Hekiru Hikawa – siendo de visionado obligado durante la temporada de verano del pasado 2009 en adelante, más aún tras su elección como mejor serie del año. Este es el precedente para encontrar ahora opiniones que relacionan a esta adaptación del manga de Hikaru Nakamura – autor de la desternillante y religiosamente (en lugar de políticamente) incorrecta Saint Onisan o Saint Young Man – con la adaptación de la obra de NisiOisin – también responsable de Katanagatari. Líneas arriba hablamos de la incapacidad que cubre el principio del cierre y es que el espectador que la relaciona o la cuestiona por sus semejanzas con Bakemonogatari, evidencia fácilmente su carencia de referentes y lecturas. Aquellos seguidores de las obras dirigidas o supervisadas por Shinbo sabrán que el patrón a seguir es más una marca característica que una tendencia, un estilo más que un sinsentido gratuito, casi un principio en lugar de una mala costumbre. Por tanto, los juegos de luces, los claroscuros, los carteles, las viñetas, las expresiones, los primeros planos, los movimientos de los personajes, la clave de humor y finalmente los seiyuus, forman parte de ese principio o “idealismo” del grupo; hecho que en definitiva no ata a otra producción bajo el lazo del autoplagio. Sólo alguien con “carencia de luces” podría justificar una relación de ese tipo porque cada obra es independiente tanto por sus orígenes como por su tratamiento y valerse de otra obra excediendo la referencia para criticarla carece de valor. Dejando en claro este punto, pasaremos a analizar el primer episodio.

Ah, qué debo decir ¿Love is in the air? No, mejor
Maaya Sakamoto is in the air...

Siguiendo una premisa de relativa sencillez, con desencadenantes o gags como soporte y complemento, la trama debe plantear la problemática desde el protagonista con un punto de vista único, pero introductorio. Por esta razón el personaje principal introduce al espectador a través de su visión, guiando incluso – obsérvese la sincronización inicial de los parpadeos de Ko con los cuadros del puente – y marcando pautas para el enfrentamiento con cada una de las situaciones planteadas, tanto las realistas como las absurdas. Este método no solo ayuda a entender el mundo del personaje y conseguir la vinculación con los las costumbres modernas socialmente aceptadas, sino que prepara el escenario para la confrontación con lo irreal. Ko es un protagonista particular, tanto como cualquiera, su peculiaridad radica en que está por sobre el estándar social en cuanto a lo material, su discurso también es grandilocuente y excesivo, con tendencias a la exageración y a la sobreactuación. También, es un personaje paradójico, pues la más férrea educación de principios no justifica del todo los métodos tradicionales de la familia Ichinomiya – el padre ataviado con accesorios de bebé demandándole una retribución por el cuidado que le dio cuando niño es el mejor ejemplo –, sean pedagógicos o sociales – la corbata que incluso en el manga goza de primeros planos, no es el mejor símbolo a exhibir como herencia de línea familiar, más acorde a su estatus podría ser una joya. La anomalía que se percibe es entonces adrede, y trata de maximizar el impacto de su caótica relación con los personajes que habitan debajo del puente; se nos pone así en la prerrogativa de asimilar el shock del protagonista que por más que incremente sus revoluciones discursivas y emocionales – Hiroshi Kamiya dirigido por Shinbo es especialista en esto como puede verse con Nozomu Itoshiki y Araragi Koyomi – no representa más que la mínima expresión comparado a lo bizarro de los otros personajes. Es curioso que un protagonista de tipo reactivo ante lo absurdo se presentara con las formalidades de un registro serio, quizás por eso durante los primeros minutos su interpretación se percibe endeble. Afortunadamente, la introducción completa al grupo con el cambio de nombre, que es un acto más que simbólico, garantiza la mengua de ese falso actuar, poco similar con la naturaleza del conjunto y de sus propias reacciones.

Sí, y lo mismo debió pensar Ultraman cuando los monstruos espaciales
se reían tras darse cuenta de la cremallera de su traje


La animación, probablemente por el registro de la historia no posee los habituales recursos de Shaft, al menos no en dosis industriales, porque hay carteles, claroscuros, giros, paisajes, tipos diferentes de animación, pero estos no ejercen presión sobre la historia. Aquí los recursos artísticos y plásticos del estudio sirven de complemento en el más bajo de los niveles y no se despliegan per se, pues el eje es la relación de Ko y Nino mientras que los bizarros personajes son las revoluciones de parte de la comedia y del nonsense. Arakawa Ander the Bridge es una serie en la que no se va a experimentar, al menos por ahora ya que su nivel de profundidad no demanda florituras de vanguardia ni preciosismos cromáticos (véase Sayonara Zetsubou Sensei y Bakemonogatari respectivamente). La paleta de colores usada tiene una preponderancia cálida en lo más destacable, aunque su gama de fríos es más estándar haciendo la suma de un nivel medio; el preciosismo está allí, en menor grado, pero está, porque la naturaleza conversacional es prioridad. Esta animación aunque no maximice los sellos característicos del estudio se reconoce de inmediato, o bien por sus obras previas o bien por su contexto, pero en definitiva no se debe hablar sobre una animación post Bakemonogatari porque como dijimos lo primordial aquí es el discurso y su narrativa. Considerando que se construye a partir de reacciones, la narrativa y la velocidad de exposición se incrementan a medida que se exponen los hechos y corren los minutos – o viñetas en el caso del manga –; cada unidad de tiempo cuenta en la aceleración de interpretación como en la capacidad reactiva. Se pasa del soliloquio, al comentario, al diálogo y la voz en off, al recuerdo como a las principales figuras personales con una velocidad que marca el giro de lo absurdo respaldado por la velocidad de las viñetas, porque a partir de ese cambio e introducción al mundo del sinsentido la serie se divide hasta en nueve sub-episodios con rótulos incluidos, validando la afirmación que prioriza la trama frente a lo visual.

La diferencia entre la realidad y la ficción. En la vida real
no sería necesaria esta frase, ¿verdad señoritas?

Finalmente, la gama de personajes usados en el universo de Shaft se enriquece esta vez con una fémina, pues si bien Ko es hasta ahora el protagonista y primer personaje identificable, su registro es similar al de los personajes de Kamiya mencionados antes. Nos referimos a Nino, interpretada por la gran seiyuu – y fantasía sexual vocal de muchos, incluido yo – Maaya Sakamoto en un registro suave que vimos desarrollado con amplitud en las películas de Kara no Kyoukai; claro, aquí el halo de ligereza y desinterés en cada frase se nota más opaco – y sin toques tsundere –, porque el personaje lo demanda. Este acierto para el casting no solo ofrece una interpretación vocal que resulta una delicatessen sino que dentro de su minimalismo en el diseño de personajes, la falta de expresión – por más contradictorio que parezca – de Nino se anima formidablemente expresiva. Cada giro, paso, mirada, reacción o ligera inflexión que requiere de un mínimo esfuerzo gráfico logra un performance único y completo; este es un personaje que desvinculado de su contexto argumental resulta logrado, con la voz adecuada y con una personalidad perfecta para el caso – no compararla con Hitagi Senjōgahara quien posee un registro totalmente diferente, con las vibras del nuevo arquetipo de tsundere –, es decir es un personaje que sirve a su función, no excede las expectativas con creces, pero las cubre eficientemente. Este primer episodio evoluciona con el correr de los minutos y mejora mucho durante su visionado, en particular cuando da prioridad al giro y a la subversión; en un análisis profundo, como vimos, adolesce de los referentes barrocos marca Shaft, pero no le quita peso a la otra especialidad del estudio, la comedia absurda. Esta no es sólo una serie para aficionados del estudio y director, sino una para quienes puedan disfrutar de comedia veloz de reacciones, ya que por momentos llega incluso a recordar a Sexy Commando Gaiden: Sugoiyo! Masaru-san, lo cual es decir mucho. ¿Podemos decir que es la comedia alternativa de la temporada? Ya lo veremos con los demás episodios.

Esta última imagen es un montaje y puro service, interprétenla
(¡No te detengas Sakamoto sama!)

jueves, 15 de abril de 2010

Canaan Episodio 6: Amor y pieza (Love & piece) Emitido el 08-08-2009

Argumento: Minoru empieza a compilar la información aparecida sobre el virus UA, los borners y la desaparición de la villa en las afueras de Shangai. Para continuar sus progresos decide investigar la zona afectada, por lo que envía a Maria en su lugar para cubrir la cumbre antiterrorista. Por su parte, Canaan decide por iniciativa propia infiltrarse en la sede de la reunión internacional, aunque en sus preparativos recibe ayuda de Yuri pese a que su accionar no corresponde a una misión oficial. Camino a la villa, Minoru, para atar cabos sueltos se reúne con Hakko y la interroga nuevamente, pero esta se revela como borner al usar su habilidad especial contra él. Durante la celebración de la conferencia, el discurso del presidente norteamericano es interrumpido por explosiones y el anuncio de Lian Qi de que todos los asistentes se han convertido en rehenes. Los miembros de Hebi, encubiertos como la agencia de seguridad Daedala toman el control de las instalaciones y llevan a Maria con Alphard. Allí, Lian Qi la usa para provocar a Canaan y atraerla a una trampa. Finalmente, la comitiva de seguridad americana logra resguardar en una habitación del hotel a su presidente y a otros políticos asistentes, pero entre ellos se encuentra el representante japonés infectado que evidencia los síntomas del virus UA y termina falleciendo. Los terroristas comunican a los políticos que sólo cuentan con minutos antes de ser infectados también.


¿Alphard de teenager? No decepcionas para nada
(¡Qué paren la prensa, hay nuevos doujinshis por hacer!)

Impresiones:
El simbolismo del que es capaz de valerse un título cualquiera, evidencia la mayoría de las veces, la calidad y experiencia de los creadores en la exposición de una historia, así como su riqueza o bagaje individual. Los motivos más recurrentes para el uso de la referencia por lo general obedecen, actualmente, a estrategias de mercado y a tendencias marcadas por títulos bandera. Es por eso que la comedia de situaciones contemporánea de presupuesto bajo y medio se arma con este recurso para justificarse y hacer de su trama un pretexto para forzar la interacción con el espectador y obligarlo a formar parte de un juego. El problema de este enfoque es que a diferencia de la verdadera comedia del absurdo que basa su premisa en la exageración, en la sátira, en lo subversivo e insano, incluso llegando hasta lo escatológico, y posee una estructura de crítica grotesca, resaltando valores y antivalores, es decir como un ejercicio consciente y justificado, queda con su encadenación de secuencias cómico-referenciales como un acto burdo y vulgar – por lo común de su empleo. En este contexto, merece la pena mencionar que aún se le puede dar valor a la referencia profunda y sin valerse de la comedia; premisa que pareciera privativa del seinen o del suspense, pero que con pericia funciona no como centro pero sí como complemento estilístico. Dicho esto, podemos identificar ahora a la introducción del episodio como esa referencia a la que aludimos, y es que los valores asignados a la tonalidad de una escena vienen desde la época del cine mudo, donde se coloreaban algunas secuencias para transmitir la sensación de que anochece (azul), amanece (cepia) o que determinado personaje está furioso (rojo) o feliz. Considerando que la habilidad visual de la protagonista permite ver los colores de las emociones, está muy bien empleada la difuminación de las imágenes con colores; el filtro azul usado para acompañar la narración de Minoru en las escenas evocadoras de la ciudad caída y los infectados con el virus UA más que una técnica de añejamiento, es un significado, una de las verdades de la serie y una muestra de este universo particular. El azul, es el color que Canaan atribuye al deseo de matar de los enemigos, por eso la coloración durante la narración repite muy bien este criterio y hace al televidente partícipe de los conceptos que se barajan en la serie, al acercarlo un tanto a la sinestesia de la protagonista en su interpretación de sucesos desagradables, adversos, tristes, oscuros, peligrosos – todo lo que entraña un enemigo – con las escenas de muerte por infección y la tragedia en la villa. Esta técnica es notable por ser un acto consciente, incluso en segundos, y porque aporta material para la interpretación así como la acción del narrador eventual, que pasaremos a desarrollar a continuación; ambos recursos maduros en todo nivel.

Ya lo saben padres de familia. Así dejará
el Wiimote a sus hijos cuando crezcan

A lo largo de los episodios emitidos se ha hecho tangible la necesidad de diferenciarse de un colectivo de series convencionales, quizás genéricas, introduciendo elementos diferenciadores y diversificadotes en contextos, situaciones o actitudes, tal es el caso de los personajes, aunque si bien gozan de peculiaridades en todos sus niveles, no son novedosos en lo absoluto. La forma de contar la historia y la pericia de un narrador marcan la diferencia entre un relato trillado y falso y otro disfrutable, diremos entonces estelar. Y es que no se ha hecho aquí una obra maestra y tampoco encontramos lo mejor de Kinoko, pero sí hallamos una obra/producto – prefiero hacer la diferencia por fines didácticos ya que los conceptos no se contraponen – correcta y situada ligeramente sobre la media. El uso de un narrador como introducción, sea homodiegético o no, intradiegético o perteneciente a cualquiera de las categorías propuestas por G. Genette aporta un valor adicional. Aquí cada narrador dependiendo de la evolución de su rol como personaje no solo cuenta su visión de los hechos si no que también confirma los eventos de manera objetiva o no. Es cierto que este recurso puede verse pretensioso y gratuito, pero de todo lo dicho y con todo lo referenciado las voces de los personajes de acuerdo a su naturaleza pasiva o activa, masculina y femenina respectivamente, ofrecen una mayor visión de la realidad. Este tipo de narradores suelen ser solemnes y omniscientes, experimentados y lejanos sin ser heterodiegéticos del todo, pues o bien como oradores enarbolando sus discursos al espectador o como recuerdos tortuosos en la mente de otros personajes siguen siendo fantasmas “sabios” que confirman la multiplicidad de planos tangibles y no tangibles de este universo ficticio. La importancia del narrador aquí radica en que lo sabe todo, perteneciendo o no a este plano terrestre, habiendo dejado de existir o siendo una imagen mental de su verdadero yo, introduce una serie de valores y conceptos “elevados”, valores de verdad diremos, con los cuales cada personaje deberá lidiar aceptándolos o negándolos, detonando situaciones en mayor o menor medida sorprendentes y traumáticas para el espectador, claro esto depende del nivel de “humanidad” – y todo lo que esto conlleva –, que tenga cada televidente.

Minoru en el éxtasis provocado por una epifanía
intelectual durante sus investigaciones

Un paralelo interesante, es la formación de parejas producto del desempeño de sus respectivos roles. Con parejas no nos referimos a relaciones que trasciendan lo amical sino a individuos como símbolos de una característica en sus respectivos géneros y sexos. Esta situación evoluciona con cada episodio y se afianza al mismo tiempo que lo hace la técnica de los “cortes”. Es complejo tratar de adaptar un concepto propio del japonés, y concretamente de su comedia, como el tsukkomi, pero su base ayudará a entender el porqué de las constantes interrupciones que llamamos cortes, dado que muchos diálogos son interrumpidos durante la serie. Esta claro que su uso propicia una situación graciosa, pero también al fragmentar cada diálogo se hace posible sobreponer tantos discursos como personajes y enfoques existentes. Veámoslo de la siguiente manera, si el personaje A propone el enunciado x, el interlocutor B en lugar de responder con un enunciado de tipo x1, lo hace con uno de tipo y, en este punto, la comunicación puede ser redireccionada por A como y1, pero emite z1, lo que demanda a B o asentir o proponer z. Cada variable se entiende como proposiciones totalmente dispares que en cada intercambio niegan al anterior; así, mientras Minoru por ejemplo emite una opinión, otro personaje responde otra cosa dirigiendo el flujo comunicacional hacia su lado o negando el inicial. Este corte o interrupción de situaciones recuerda mucho al tsukkomi aplicando un “corte” (golpe) a un interlocutor (boke) por una frase tonta. Es obvio que en el caso de la comedia Manzai el eje es el gag, pero aquí funciona para controlar la información vertida y relajar las tensiones de una escena densa. Este elemento se empareja con el hecho de que los bufones son presentados claramente, y no están directamente relacionados: Minoru y Yun Yun. Claro, con la salvedad de tener reivindicaciones de la ridiculización en secuencias que develan los valores a los que aludimos líneas arriba; en el caso de Minoru su profesionalismo, hecho que lo contrapone en cierto a modo a Yun Yun.

No, esto no es amor ni manchas en el pantalón, sólo es la excusa
para meterle por las narices el cd single a los fans


En análisis previos mencionamos la existencia de un ente que debería manifestarse tarde o temprano y que era real y tangible dentro de su silencio, otorgando realismo a la historia; sí, nos referimos a lo exterior representado por ciudad. En este episodio las personas o el colectivo se convierten en un personaje al fin, uno secundario, pero real de todas formas y es que todo individuo, o grupo de los mismos, que no integre el círculo de protagonistas y secundarios es parte de este otro personaje que se adivina parametrado, inocente y cándido, una entidad festiva, lerda, musical y ridícula cuyos mejores exponentes resultan la idol y el presidente norteamericano. Y hasta aquí se puede llegar con este personaje, no hay mucho que decir sobre un ente que es un catalizador de las motivaciones de los protagónicos a excepción de las iniciativas de sus miembros como factores inteligentes que responden a una situación de emergencia, hecho que no se ha visto aún – la respuesta del cuerpo de seguridad presidencial padece de la típica limitación de extras en las películas de acción. Esta carencia se relaciona quizás con el colectivo que lo conforma, uno tan lerdo como las acciones que inician sus dirigentes, y es que sólo una ciudad así podía compararse en su candidez al colectivo consumidor de la serie misma. El colectivo en analogía con el grupo aficionado es planteado como el otro, el que conforma un grupo y de acuerdo a los principios de la serie no uno muy inteligente. Es arriesgado afirmar estas últimas proposiciones, pero no hay más remedio que hacerlo pues las referencias tienen sus límites y la incursión forzada de una idol es la vulneración directa y descarada del flujo realista de la trama no para complacer a televidentes sino para moverlos al ejercicio de consumo masivo en el que se ha convertido la media japonesa; probablemente esto sea lo peor de la serie.

Sí, presidente norteamericano, amor, pero amor por el dinero
and then... Money for Nothing by Dire Straits


Acorde a lo previsto, en este lapso el desarrollo de personajes habiendo pasado por la introducción y por su pre desarrollo – se ha informado lo suficiente como para asimilar su convivencia con el espectador y hacer viable su rol, pero aún no lo suficiente como para entrever su pasado a plenitud – se rinde ahora a la puesta en escena, a lo teatral, al derroche de líneas y al despliegue de locuacidad, pese a que esto desdibuja cualquier realidad. Y es que realmente no importa escatimar esfuerzos en controlarse optando por una premisa realista si ya se introduce, además de una acción inverosímil, un factor cuasi sobrenatural como las habilidades sobrehumanas – en menor medida y ficcional en mayor grado. Aunque no es turno de evidenciar los secretos de los secundarios, este capítulo se da tiempo para plantear las intrigas argumentales en comunión con el “corte”, que ya mencionamos, para ensalzar el espectáculo interpretativo – overacting sería más pertinente. Así, Hakko silenciando a Minoru con su habilidad de borner – donde nuevamente se corta la pulsión sexual masculina con simbolismo –, Yuri sermoneando a Canaan sobre sus sentimientos – atacando elegantemente a la trama misma sobre la referencia yuri –, la matemática supresión entre Santana, Hakko y Minoru*, y finalmente Alphard disparando a Lian Qi son herramientas de una puesta en escena que apela al crescendo y a la sorpresa como lo mencionamos antes. Esto, no hace más que confirmar que incluso una serie correcta, y no formidable, posee una estructura milimétrica en su narrativa y exposición de eventos, cosa que hace pensar sobre el verdadero valor de la conjunción de las técnicas usadas en la escritura creativa para light novels, visual novels y guiones. Este artificio alcanza su cúspide con la performance de Lian Qi, pues es la summa maxima de lo inclusivo ejecutando “n” roles** sorteando la contradicción propositiva del postulado inicial, es decir, puede ser tan “dulce” como sádica, sardónica y devota, toda una paradoja.

A que no es sádicamente "tierna".
** No hay lolis, pero tenemos a una secuaz china, psicótica, yuri, luchadora,
con mimis y en 3D... Fuck! pónganla en un mecha y me convencen.

Hacia la marcha final, en virtud de la mitificación del antagonista, se dispone de un metraje exclusivo a enaltecer al equipo, y mencionamos al colectivo pues a diferencia de los minutos finales dedicados a Alphard en el episodio 4, aquí se aprovecha para incluir a los demás miembros de Hebi en la foto – y esto es literal. Veáse la toma final del equipo Hebi. Por el contrario, de ese metraje destinado a la alianza del mal casi el 80% se centra en su líder. Alphard como antagonista es uno de los mejores aciertos de lo expuesto hasta ahora, no obstante eso no la salva de verse inmersa en errores de tipo compositivo a su alrededor como los caprichos de los lugares comunes, ineludibles aun para Kinoko. La villana modelo, no escapa a lo que podemos llamar “el capítulo de los cortes por antonomasia”, pues de todas las secuencias destinadas a enaltecerla deja escapar algunas y pierde presencia protagónica. Enumeremos algunas: la caricia del rostro de Maria, su caminata en el pasillo por entre las balas – esta secuencia se me antoja mejor lograda en películas como Old Boy y A Bitter Sweet Life –, su flashback, su encare a Lian Qi, su justificación ante María y su discurso final. En algunas de estas es suprimida por un discurso atemporal, propio del recuerdo y la conciencia entonces, lo que hace pensar de inmediato en la idea de la humanización; hecho que resulta forzado a estas alturas. No obstante, este pequeño desliz, precocidad o error en toda regla, se subsana y casi desaparece con el estratégico y lógico desempeño de su rol. Aquí podemos apreciar que Alphard es una hábil contrincante lúdica, una jugadora de ajedrez con todas sus letras, pues toma a todo como un escenario, fichas y progresiones con la pericia de una maquinista, o tal vez máquina ya que hasta aquí no ha saboreado sus logros; esto es fácil de deducir, ¿la razón? Un simple nombre: Siam. Alphard puede ser todo lo estereotipada y fabulosa que demuestra ser, pero está atada – como muchos de los personajes parecen estar en esta serie. Su atadura es un recuerdo y Siam es la encarnación del mismo, la cristalización de los errores y el lamento con su respectiva sed de autocastigo y rencor. Siam no sólo aparece interrumpiendo los recuerdos de Alphard quitándole protagonismo, sino que es uno de sus principales hilos motrices; él representa el conflicto y el caos. Se desconocen sus motivaciones, pero es el eje emocional que ata a la primera y segunda Canaan – ambas fueron entrenadas por él, aunque una como simple encargo y la otra como expiación. Esta relación se desarrollará en los próximos episodios ya que aún es prematuro tentar afirmaciones globales. Ahora resta ver la evolución de las jugadas efectuadas por los protagonistas que parecen moverse indefensos en estrategias anticipadas en el tablero por la mente maestra del mal – lo que siempre devendrá hacia el final en otro giro. Por ahora Hebi puede disfrutar del control, y lo hará hasta que la desarticulación interna los termine fulminando; claro, dejando caer lo más pesado al final.

* El mejor ejemplo de supresión en el "episodio de los cortes por antonomasia"
Minoru suprime la calma al llegar> interroga a Hakko > Santana lo suprime > Santana demanda algo > Hakko lo suprime a él > ella intenta comunicar su malestar > la TV los suprime a los 3 > Minoru huye y suprime a la TV > Santana se sorprende > Hakko intenta huir también y suprime la sorpresa > Santana la detiene y suprime > la tv nuevamente suprime a los dos