` Canaan Episodio 6: Amor y pieza (Love & piece) Emitido el 08-08-2009 ~ Proyecto Nihon

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jueves, 15 de abril de 2010

Canaan Episodio 6: Amor y pieza (Love & piece) Emitido el 08-08-2009

Argumento: Minoru empieza a compilar la información aparecida sobre el virus UA, los borners y la desaparición de la villa en las afueras de Shangai. Para continuar sus progresos decide investigar la zona afectada, por lo que envía a Maria en su lugar para cubrir la cumbre antiterrorista. Por su parte, Canaan decide por iniciativa propia infiltrarse en la sede de la reunión internacional, aunque en sus preparativos recibe ayuda de Yuri pese a que su accionar no corresponde a una misión oficial. Camino a la villa, Minoru, para atar cabos sueltos se reúne con Hakko y la interroga nuevamente, pero esta se revela como borner al usar su habilidad especial contra él. Durante la celebración de la conferencia, el discurso del presidente norteamericano es interrumpido por explosiones y el anuncio de Lian Qi de que todos los asistentes se han convertido en rehenes. Los miembros de Hebi, encubiertos como la agencia de seguridad Daedala toman el control de las instalaciones y llevan a Maria con Alphard. Allí, Lian Qi la usa para provocar a Canaan y atraerla a una trampa. Finalmente, la comitiva de seguridad americana logra resguardar en una habitación del hotel a su presidente y a otros políticos asistentes, pero entre ellos se encuentra el representante japonés infectado que evidencia los síntomas del virus UA y termina falleciendo. Los terroristas comunican a los políticos que sólo cuentan con minutos antes de ser infectados también.


¿Alphard de teenager? No decepcionas para nada
(¡Qué paren la prensa, hay nuevos doujinshis por hacer!)

Impresiones:
El simbolismo del que es capaz de valerse un título cualquiera, evidencia la mayoría de las veces, la calidad y experiencia de los creadores en la exposición de una historia, así como su riqueza o bagaje individual. Los motivos más recurrentes para el uso de la referencia por lo general obedecen, actualmente, a estrategias de mercado y a tendencias marcadas por títulos bandera. Es por eso que la comedia de situaciones contemporánea de presupuesto bajo y medio se arma con este recurso para justificarse y hacer de su trama un pretexto para forzar la interacción con el espectador y obligarlo a formar parte de un juego. El problema de este enfoque es que a diferencia de la verdadera comedia del absurdo que basa su premisa en la exageración, en la sátira, en lo subversivo e insano, incluso llegando hasta lo escatológico, y posee una estructura de crítica grotesca, resaltando valores y antivalores, es decir como un ejercicio consciente y justificado, queda con su encadenación de secuencias cómico-referenciales como un acto burdo y vulgar – por lo común de su empleo. En este contexto, merece la pena mencionar que aún se le puede dar valor a la referencia profunda y sin valerse de la comedia; premisa que pareciera privativa del seinen o del suspense, pero que con pericia funciona no como centro pero sí como complemento estilístico. Dicho esto, podemos identificar ahora a la introducción del episodio como esa referencia a la que aludimos, y es que los valores asignados a la tonalidad de una escena vienen desde la época del cine mudo, donde se coloreaban algunas secuencias para transmitir la sensación de que anochece (azul), amanece (cepia) o que determinado personaje está furioso (rojo) o feliz. Considerando que la habilidad visual de la protagonista permite ver los colores de las emociones, está muy bien empleada la difuminación de las imágenes con colores; el filtro azul usado para acompañar la narración de Minoru en las escenas evocadoras de la ciudad caída y los infectados con el virus UA más que una técnica de añejamiento, es un significado, una de las verdades de la serie y una muestra de este universo particular. El azul, es el color que Canaan atribuye al deseo de matar de los enemigos, por eso la coloración durante la narración repite muy bien este criterio y hace al televidente partícipe de los conceptos que se barajan en la serie, al acercarlo un tanto a la sinestesia de la protagonista en su interpretación de sucesos desagradables, adversos, tristes, oscuros, peligrosos – todo lo que entraña un enemigo – con las escenas de muerte por infección y la tragedia en la villa. Esta técnica es notable por ser un acto consciente, incluso en segundos, y porque aporta material para la interpretación así como la acción del narrador eventual, que pasaremos a desarrollar a continuación; ambos recursos maduros en todo nivel.

Ya lo saben padres de familia. Así dejará
el Wiimote a sus hijos cuando crezcan

A lo largo de los episodios emitidos se ha hecho tangible la necesidad de diferenciarse de un colectivo de series convencionales, quizás genéricas, introduciendo elementos diferenciadores y diversificadotes en contextos, situaciones o actitudes, tal es el caso de los personajes, aunque si bien gozan de peculiaridades en todos sus niveles, no son novedosos en lo absoluto. La forma de contar la historia y la pericia de un narrador marcan la diferencia entre un relato trillado y falso y otro disfrutable, diremos entonces estelar. Y es que no se ha hecho aquí una obra maestra y tampoco encontramos lo mejor de Kinoko, pero sí hallamos una obra/producto – prefiero hacer la diferencia por fines didácticos ya que los conceptos no se contraponen – correcta y situada ligeramente sobre la media. El uso de un narrador como introducción, sea homodiegético o no, intradiegético o perteneciente a cualquiera de las categorías propuestas por G. Genette aporta un valor adicional. Aquí cada narrador dependiendo de la evolución de su rol como personaje no solo cuenta su visión de los hechos si no que también confirma los eventos de manera objetiva o no. Es cierto que este recurso puede verse pretensioso y gratuito, pero de todo lo dicho y con todo lo referenciado las voces de los personajes de acuerdo a su naturaleza pasiva o activa, masculina y femenina respectivamente, ofrecen una mayor visión de la realidad. Este tipo de narradores suelen ser solemnes y omniscientes, experimentados y lejanos sin ser heterodiegéticos del todo, pues o bien como oradores enarbolando sus discursos al espectador o como recuerdos tortuosos en la mente de otros personajes siguen siendo fantasmas “sabios” que confirman la multiplicidad de planos tangibles y no tangibles de este universo ficticio. La importancia del narrador aquí radica en que lo sabe todo, perteneciendo o no a este plano terrestre, habiendo dejado de existir o siendo una imagen mental de su verdadero yo, introduce una serie de valores y conceptos “elevados”, valores de verdad diremos, con los cuales cada personaje deberá lidiar aceptándolos o negándolos, detonando situaciones en mayor o menor medida sorprendentes y traumáticas para el espectador, claro esto depende del nivel de “humanidad” – y todo lo que esto conlleva –, que tenga cada televidente.

Minoru en el éxtasis provocado por una epifanía
intelectual durante sus investigaciones

Un paralelo interesante, es la formación de parejas producto del desempeño de sus respectivos roles. Con parejas no nos referimos a relaciones que trasciendan lo amical sino a individuos como símbolos de una característica en sus respectivos géneros y sexos. Esta situación evoluciona con cada episodio y se afianza al mismo tiempo que lo hace la técnica de los “cortes”. Es complejo tratar de adaptar un concepto propio del japonés, y concretamente de su comedia, como el tsukkomi, pero su base ayudará a entender el porqué de las constantes interrupciones que llamamos cortes, dado que muchos diálogos son interrumpidos durante la serie. Esta claro que su uso propicia una situación graciosa, pero también al fragmentar cada diálogo se hace posible sobreponer tantos discursos como personajes y enfoques existentes. Veámoslo de la siguiente manera, si el personaje A propone el enunciado x, el interlocutor B en lugar de responder con un enunciado de tipo x1, lo hace con uno de tipo y, en este punto, la comunicación puede ser redireccionada por A como y1, pero emite z1, lo que demanda a B o asentir o proponer z. Cada variable se entiende como proposiciones totalmente dispares que en cada intercambio niegan al anterior; así, mientras Minoru por ejemplo emite una opinión, otro personaje responde otra cosa dirigiendo el flujo comunicacional hacia su lado o negando el inicial. Este corte o interrupción de situaciones recuerda mucho al tsukkomi aplicando un “corte” (golpe) a un interlocutor (boke) por una frase tonta. Es obvio que en el caso de la comedia Manzai el eje es el gag, pero aquí funciona para controlar la información vertida y relajar las tensiones de una escena densa. Este elemento se empareja con el hecho de que los bufones son presentados claramente, y no están directamente relacionados: Minoru y Yun Yun. Claro, con la salvedad de tener reivindicaciones de la ridiculización en secuencias que develan los valores a los que aludimos líneas arriba; en el caso de Minoru su profesionalismo, hecho que lo contrapone en cierto a modo a Yun Yun.

No, esto no es amor ni manchas en el pantalón, sólo es la excusa
para meterle por las narices el cd single a los fans


En análisis previos mencionamos la existencia de un ente que debería manifestarse tarde o temprano y que era real y tangible dentro de su silencio, otorgando realismo a la historia; sí, nos referimos a lo exterior representado por ciudad. En este episodio las personas o el colectivo se convierten en un personaje al fin, uno secundario, pero real de todas formas y es que todo individuo, o grupo de los mismos, que no integre el círculo de protagonistas y secundarios es parte de este otro personaje que se adivina parametrado, inocente y cándido, una entidad festiva, lerda, musical y ridícula cuyos mejores exponentes resultan la idol y el presidente norteamericano. Y hasta aquí se puede llegar con este personaje, no hay mucho que decir sobre un ente que es un catalizador de las motivaciones de los protagónicos a excepción de las iniciativas de sus miembros como factores inteligentes que responden a una situación de emergencia, hecho que no se ha visto aún – la respuesta del cuerpo de seguridad presidencial padece de la típica limitación de extras en las películas de acción. Esta carencia se relaciona quizás con el colectivo que lo conforma, uno tan lerdo como las acciones que inician sus dirigentes, y es que sólo una ciudad así podía compararse en su candidez al colectivo consumidor de la serie misma. El colectivo en analogía con el grupo aficionado es planteado como el otro, el que conforma un grupo y de acuerdo a los principios de la serie no uno muy inteligente. Es arriesgado afirmar estas últimas proposiciones, pero no hay más remedio que hacerlo pues las referencias tienen sus límites y la incursión forzada de una idol es la vulneración directa y descarada del flujo realista de la trama no para complacer a televidentes sino para moverlos al ejercicio de consumo masivo en el que se ha convertido la media japonesa; probablemente esto sea lo peor de la serie.

Sí, presidente norteamericano, amor, pero amor por el dinero
and then... Money for Nothing by Dire Straits


Acorde a lo previsto, en este lapso el desarrollo de personajes habiendo pasado por la introducción y por su pre desarrollo – se ha informado lo suficiente como para asimilar su convivencia con el espectador y hacer viable su rol, pero aún no lo suficiente como para entrever su pasado a plenitud – se rinde ahora a la puesta en escena, a lo teatral, al derroche de líneas y al despliegue de locuacidad, pese a que esto desdibuja cualquier realidad. Y es que realmente no importa escatimar esfuerzos en controlarse optando por una premisa realista si ya se introduce, además de una acción inverosímil, un factor cuasi sobrenatural como las habilidades sobrehumanas – en menor medida y ficcional en mayor grado. Aunque no es turno de evidenciar los secretos de los secundarios, este capítulo se da tiempo para plantear las intrigas argumentales en comunión con el “corte”, que ya mencionamos, para ensalzar el espectáculo interpretativo – overacting sería más pertinente. Así, Hakko silenciando a Minoru con su habilidad de borner – donde nuevamente se corta la pulsión sexual masculina con simbolismo –, Yuri sermoneando a Canaan sobre sus sentimientos – atacando elegantemente a la trama misma sobre la referencia yuri –, la matemática supresión entre Santana, Hakko y Minoru*, y finalmente Alphard disparando a Lian Qi son herramientas de una puesta en escena que apela al crescendo y a la sorpresa como lo mencionamos antes. Esto, no hace más que confirmar que incluso una serie correcta, y no formidable, posee una estructura milimétrica en su narrativa y exposición de eventos, cosa que hace pensar sobre el verdadero valor de la conjunción de las técnicas usadas en la escritura creativa para light novels, visual novels y guiones. Este artificio alcanza su cúspide con la performance de Lian Qi, pues es la summa maxima de lo inclusivo ejecutando “n” roles** sorteando la contradicción propositiva del postulado inicial, es decir, puede ser tan “dulce” como sádica, sardónica y devota, toda una paradoja.

A que no es sádicamente "tierna".
** No hay lolis, pero tenemos a una secuaz china, psicótica, yuri, luchadora,
con mimis y en 3D... Fuck! pónganla en un mecha y me convencen.

Hacia la marcha final, en virtud de la mitificación del antagonista, se dispone de un metraje exclusivo a enaltecer al equipo, y mencionamos al colectivo pues a diferencia de los minutos finales dedicados a Alphard en el episodio 4, aquí se aprovecha para incluir a los demás miembros de Hebi en la foto – y esto es literal. Veáse la toma final del equipo Hebi. Por el contrario, de ese metraje destinado a la alianza del mal casi el 80% se centra en su líder. Alphard como antagonista es uno de los mejores aciertos de lo expuesto hasta ahora, no obstante eso no la salva de verse inmersa en errores de tipo compositivo a su alrededor como los caprichos de los lugares comunes, ineludibles aun para Kinoko. La villana modelo, no escapa a lo que podemos llamar “el capítulo de los cortes por antonomasia”, pues de todas las secuencias destinadas a enaltecerla deja escapar algunas y pierde presencia protagónica. Enumeremos algunas: la caricia del rostro de Maria, su caminata en el pasillo por entre las balas – esta secuencia se me antoja mejor lograda en películas como Old Boy y A Bitter Sweet Life –, su flashback, su encare a Lian Qi, su justificación ante María y su discurso final. En algunas de estas es suprimida por un discurso atemporal, propio del recuerdo y la conciencia entonces, lo que hace pensar de inmediato en la idea de la humanización; hecho que resulta forzado a estas alturas. No obstante, este pequeño desliz, precocidad o error en toda regla, se subsana y casi desaparece con el estratégico y lógico desempeño de su rol. Aquí podemos apreciar que Alphard es una hábil contrincante lúdica, una jugadora de ajedrez con todas sus letras, pues toma a todo como un escenario, fichas y progresiones con la pericia de una maquinista, o tal vez máquina ya que hasta aquí no ha saboreado sus logros; esto es fácil de deducir, ¿la razón? Un simple nombre: Siam. Alphard puede ser todo lo estereotipada y fabulosa que demuestra ser, pero está atada – como muchos de los personajes parecen estar en esta serie. Su atadura es un recuerdo y Siam es la encarnación del mismo, la cristalización de los errores y el lamento con su respectiva sed de autocastigo y rencor. Siam no sólo aparece interrumpiendo los recuerdos de Alphard quitándole protagonismo, sino que es uno de sus principales hilos motrices; él representa el conflicto y el caos. Se desconocen sus motivaciones, pero es el eje emocional que ata a la primera y segunda Canaan – ambas fueron entrenadas por él, aunque una como simple encargo y la otra como expiación. Esta relación se desarrollará en los próximos episodios ya que aún es prematuro tentar afirmaciones globales. Ahora resta ver la evolución de las jugadas efectuadas por los protagonistas que parecen moverse indefensos en estrategias anticipadas en el tablero por la mente maestra del mal – lo que siempre devendrá hacia el final en otro giro. Por ahora Hebi puede disfrutar del control, y lo hará hasta que la desarticulación interna los termine fulminando; claro, dejando caer lo más pesado al final.

* El mejor ejemplo de supresión en el "episodio de los cortes por antonomasia"
Minoru suprime la calma al llegar> interroga a Hakko > Santana lo suprime > Santana demanda algo > Hakko lo suprime a él > ella intenta comunicar su malestar > la TV los suprime a los 3 > Minoru huye y suprime a la TV > Santana se sorprende > Hakko intenta huir también y suprime la sorpresa > Santana la detiene y suprime > la tv nuevamente suprime a los dos

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