` 2010 ~ Proyecto Nihon

Podcast de Proyecto Nihon

Nuestro grupo realiza periódicamente podcast analíticos donde evaluamos temas diversos del mundo del manga/anime, siempre con espíritu crítico. Además al final de cada año realizamos la evaluación de las mejores y peores series estrenadas.

Covers y tabs de guitarra y bajo

Considerando que muchos de los aficionados al anime también disfrutan de su música, nuestro grupo les facilita covers y tabalaturas para guitarra y bajo de diversos temas del anime y videojuegos.

Reclutamiento

Toda ayuda es bienvenida, por eso siempre estamos prestos a recibir a los interesados en colaborar con nuestro proyecto. Si estás interesado en la cultura popular japonesa como nosotros únetenos y colabora con nuestras reseñas, covers, podcast, etc.

Títulos recomendados por temporadas y años

¡Zetsuboushita! ¿Demasiados títulos para ver en cada temporada? No entres en desesperación, ya que con nuestra evaluación de series por año te puedes dar una idea de qué tan buena es la serie en cuestion.

Proyecto Nihon 4-Koma Manga

Muy pronto les traeremos las aventuras de nuestro staff en versión chibi bajo el formato 4-koma. Un manga de 4 paneles de aventura, humor, horror, tragicomedia, spaghetti western, pastafarismo y demás cosas locas. Basado en hecho (i)reales XD

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sábado, 30 de octubre de 2010

Programa nº 5 Especial Satoshi Kon Proyecto Nihon [PODCAST]


Edición especial del podcast dedicado al análisis de los medios generados en la cultura popular japonesa del colectivo Proyecto Nihon. Este quinto podcast está dedicado íntegramente a la revisión de la obra del director japonés Satoshi Kon con motivo de su sensible fallecimiento el pasado 24 de agosto de 2010.

El programa fue grabado a pocos días de la noticia, no obstante su salida se retrasó por problemas internos. En esta ocasión, el programa divide el tema en dos secciones; estando dedicada la primera a la biografía, técnicas y características del director, mientras que la segunda se avoca a cada una de sus obras (Perfect Blue, Millenium Actress, Tokyo Godfathers, Paranoia Agent y Paprika).

Para este especial, todas las pistas musicales usadas de fondo así como el op y ed fueron extraídas de las bandas sonoras originales de las obras de Kon. Esto, sumado a un total de dos horas con treinta minutos de discusión y análisis es nuestro homenaje y despedida al que fue uno de los más grandes directores japoneses de animación y el mejor en el género del thriller.

Los invitamos a oír este podcast y disfrutar también, además del análisis, la sección de blooopers esta vez tan especial como el programa ya que posee veinte minutos de errores y situaciones curiosas que surgen durante la grabación.


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Programa nº 5 Proyecto Nihon (Especial de Satoshi Kon)
Duración: 2h:30m:04s
Formato: Mp3
Tamaño: 123 Mb
Participantes: Daniel Vasco, David Martínez, Iván Rodríguez y Daniel Guerra

URL del Programa (reproducción on line y descarga)
http://poderato.com/proyectonihon/nihon-radio-proyecto-nihon/podcast-5-especial-satoshi-kon-proyecto-nihon

URL alojador externo (descarga)
http://www.4shared.com/audio/b0L0wdHV/Podcast_5_full__112_kbps_.html

Página de Facebook
http://facebook.com/proyectonihon

Correo
proyectonihon@gmail.com

Programas anteriores:
Programa nº1: Piloto. Sobre el proyecto, enfoques, nosotros, preferencias, etc.
Programa nº2: Especial de fin de año sobre las mejores y peores series del 2009
Programa nº3: Tendencias de los animes de los primeros 10 años del S. XXI
Programa nº4: Productos generados por aficionados a la media japonesa

sábado, 21 de agosto de 2010

Occult Academy episodio 1: La profecía de Maya (Maya no Yogen - マヤの予言) Emitido el 05/07/2010

Argumento: En una noche de luna llena, un joven corre por el bosque huyendo de una criatura alada de ojos rojos similar a un murciélago. Mientras lo hace, usa su celular para pedir ayuda a un grupo que ha estado monitoreando la situación con equipos electrónicos. Ellos determinan usar un portal de transportación para llevar al chico a su base, pero este llega muerto. Ante el descubrimiento, deciden que los riesgos de la situación son altos así que usarán al último muchacho que les queda. Trasladándose la acción trece años en el pasado, en 1999, Maya Kumashiro llega a la ciudad de Nagano para dirigirse a la Academia Waldstein, un lugar con reputación oscura, pues incluso el taxista que la conduce hasta las instalaciones le advierte de los rumores que se dicen sobre esta academia. Rumores que en todas las circunstancias la asocian con fenómenos paranormales y sobrenaturales. Solo al pisar la entrada, Maya siente incomodidad, animadversión o simplemente fastidio por el lugar, pero aún así se dirige a la capilla de la academia. En el interior, se realiza el velatorio del director del centro de estudios y padre de Maya, quien ya dentro, vestida de blanco y con actitud altiva, que por cierto aviva los comentarios susurrados de los estudiantes, es conducida por una asistente de la dirección al frente.

Durante la ceremonia, la asistenta revela la existencia de un audio grabado en vida por el director para despedirse de sus alumnos. En el audio, el director además de realizar recomendaciones a sus estudiantes decide despedirse intentando mostrarles un espíritu, y es que él realmente promovió cierta afición por el ocultismo teórico en la academia. Los rostros de incredulidad de los alumnos rápidamente cambian a la sorpresa ya que luego de que el director recitara un conjuro erróneo, un espíritu aparezca y poseyera su cuerpo muerto. Dispuesto a atacar a los estudiantes, el espectro se lanza sobre los grupos que pugnan por huir, pero es golpeado por Maya. Ésta empieza entonces a dar un discurso sobre la falsedad del fenómeno, negando la existencia de hechos paranormales y atribuyendo todo a un truco, pero es interrumpida por el espectro que termina huyendo de las instalaciones. Una vez que los estudiantes lograron huir de la capilla, un grupo conformado por una amiga de la infancia de Maya, Kuroki Ami, Naruse Kozue, JK y el conserje apodado Smile van en busca del espectro al que paradójicamente, la hija del director logró identificar clase y características.

Durante la búsqueda, Naruse es poseída por el espectro y ataca a los demás, pero Smile logra hacerle frente golpeándola hasta que huye. No obstante, Maya decide seguirla hasta una habitación en la que se encuentra con su padre. Allí, este se disculpa por haberla abandonado presa de su obsesión por lo sobrenatural y trata de reconciliarse con su hija; ella lo acepta, pero lo ataca pues se dio cuenta del engaño del espectro. Le corta la cabeza con un hacha y la ilusión desaparece liberando también a Naruse. Luego de regresar el cuerpo al ataúd, la asistenta y un guardia de seguridad, discuten acerca del fallo del plan mientras Maya se dirige a la azotea de la academia. Allí recuerda cómo de niña, vivió con su padre y cómo se formó en los temas de ocultismo también, pero llegó un punto en el que aquel se obsesionó tanto que descuidó y maltrató a su familia, razón por la que madre e hija lo abandonaron. Maya decide entonces que ha regresado para eliminar todos esos malos recuerdos de raíz, acabar con esa academia y todo lo sobrenatural. En ese preciso momento, un celular cae del cielo a la par que un portal luminoso se abre y desciende un joven desnudo que la saluda. ->> Continúe leyendo las impresiones y análisis

¿Caídas prematuras? Esto no pinta muy bien desde el principio

Impresiones: La pasión por lo oculto ha sido una característica tan arraigada en el ser humano como su ambición y su deseo de supervivencia. Este desenfreno, inquietud, ansia, tendencia, inclinación y maldición a su vez, le ha granjeado centurias de males y tormentos; felices siempre en pro de la historia, pues enriquecen y apilan las páginas teñidas de sangre de los llamados “mártires”, o en el peor de los casos, nutren las ansias de editores y lectores contemporáneos de paso. La curiosidad, encarnación primitiva del espíritu humano, ha llevado a la caterva universal a indagar en sus propias carencias, incluso desde sus primeros sistemas de interpretación del mundo, haciendo evidentes muchas veces sus debilidades, y fungiendo a cambio como panacea. Así, mercaderes y eruditos de aquellos resquicios, traficantes de anhelos y hasta humanistas de lo imposible desarrollaron saberes y ciencias de lo “oculto” bajo presión de la demanda y hasta por simple fe ciega. Resultado de eras oscurantistas, de supresión de conocimientos y manipulación político-religiosa, este desmembramiento se dedicó a enriquecer lo que ahora llamaríamos nuestra herencia romántica del fin de siglo – de seguro otros prefieren “la locura del fin de siglo” – de la mano de grimorios, tratados, anales y panfletos con indicaciones acerca del porqué de los fenómenos y la quintaesencia de lo maravilloso.

"L'femme à la hache"
(mi revisión antojadiza de L'home à la hache de Paul Gauguin)

Las llamadas ciencias ocultas, ocultismo o simplemente las pseudociencias – para evitar reunir el importante listado de especializaciones ad hoc – no solo fueron protagonistas de la lucha entre validación y refutación de la historia – con eventos más o menos espectaculares y teatrales hasta el siglo XX – sino que supieron “mutar” y actualizarse junto a la “evolución” de las ciencias, logrando instalarse en lo más profundo del ciudadano de a pie, en sus venas y arterias émulas al victorioso Demonio miltoniano de Clemente Palma – autor romántico decadente más que preciso para estos temas. El éxito de estas artes radicó más que en su éxito durante la experimentación, en las personas con poder económico o sin él, capaces de creer. La muerte, principal perseguida del Otro lado, resultó ser solo el ápice de búsquedas radiestésicas, mesméricas, psicofónicas, psíquicas, espectrales, ectoplasmáticas y parapsicológicas en un comercio donde lo fantasmagórico, siendo sarcásticos, y lo mágico, siendo religiosos, se hizo del día a día al punto de difundirse a todo nivel. No obstante y en cruel paradoja, todos los contenidos traficados del pasado, asentados con sus rocambolescas teorías e hipótesis en forma de ouróboro, con la masificación dejaron de ser trascendentales y se hicieron parte del entretenimiento. He aquí nuestro punto de partida, pues la media discutida tantas veces en su naturaleza, aborda estos temas con olor de azufre como algo cotidiano, y más cercano al espíritu literario que a las artes ocultas, de las que heredó lo necrológico.

¿El Ocultismo un juego peligroso?
Será más peligroso dejar solas a esas dos en la pubertad...

Para el público consumidor de historias de ultratumba y paranormales – hago la distinción para dejar en claro que entre magia negra y parasicología “esotérica” hay una gran distancia – la literatura de panfletos resultó el gran productor de entretenimiento de salón, el cual pasaría a diversos formatos a merced de la tecnología; instalándose en los audiovisuales en último punto. Con esto, el cine, oscuro en sus inicios, revaloró las viejas leyendas y tradiciones europeas, que ya sabemos nutridas de caldos de brujas, aparecidos y demonios. Posteriormente, la tecnología usada aquí fue también aprovechada por los estudiosos de lo paranormal para validar sus experimentos; lo importante, sin embargo, es destacar la relación y alianza intrínseca entre estos dos colectivos. Tras muchas adaptaciones fílmicas a lo largo de esta historia, hoy en día es muy habitual, casi obligatorio de hecho, encontrar elementos sobrenaturales en la media nipona, o bien como eje argumental o como características secundarias, pero imprescindibles. Esto sucedió de tal forma que en muchas de las producciones fantásticas, resulta complejo y hasta imposible usar los términos ocultista o paranormal. El abuso de la mezcla de géneros parece haber sido el culpable/responsable de que sea burdo etiquetar una serie, claro, siempre y cuando devenga en el desarrollo de la riqueza argumental, que ante la amplitud de títulos existentes escapa a cualquier revisión mínima. Este fenómeno, como era de esperarse, ha generado títulos con mayor o menor éxito, condición obligatoria en un contexto de producción en masa; la irregularidad de la industria entonces, engrosó el listado de tramas sobrenaturales llegando a su máxima expresión en el periodo de transición comprendido entre los 80’s y 90’s. Aun con este dato, son pocos los antecedentes puros – dejando un listado breve unido sólo por las especializaciones del ocultismo tenemos: Ghost Hunt, Ghost Hound, Sci-Fi Harry, Chaos Head, Psychic Academy Aurabansho, etc. – de referentes directos para la producción en cuestión y sus productores, pues sabemos que los responsables de esta obra son también sus creadores y no simples adaptadores como habitualmente ocurre.

Anime no Chikara:
¿El "monstruoso" y "espeluznante" poder del anime?

Anime no Chikara o “El Poder del Anime”, es el proyecto resultante de la alianza entre TV Tokio y Aniplex para producir series anime originales, es decir, que no sean adaptaciones de historias desarrolladas en formatos impresos o multimediales como los mangas y los juegos. Con una premisa que se diferencia del común denominador y de la tendencia natural en la industria de adaptar historias, el trabajo de este colectivo que inicia en los primeros meses del 2010, no solo se presenta como una renovadora declaración de intenciones sino que además pareció contar con el apoyo del siempre voluble fandom. En virtud de esa cualidad de los aficionados, usamos los tiempos en pasado sobre el impacto de Chikara porque incluso siguiendo el camino de originalidad de guiones vista en muchas series del pasado – Shin Seiki Evangelion, Serial Experiments Lain, Paranoia Agent, Denno Coil, etc. – sus intenciones se rinden a la frase “El camino al infierno está empedrado de buenas intenciones”. Este proyecto ha desarrollado a la fecha tres títulos de géneros tan diferentes como irregulares, los cuales fueron So•Ra•No•Wo•To, Senkou no Night Raid y Occult Academy que generen probablemente confrontaciones entre sus partidarios. Pero ¿qué fue lo que generó que los trabajos posteriores de Chikara sean considerados fallidos contando con una ópera prima por sobre la media? La respuesta es fácil, su orientación.

¿"El poder del anime"?...
¡Patrañas! ¡Siente el poder de la Crítica!

So•Ra•No•Wo•To, primera serie del proyecto pese a ser víctima de acusaciones de plagio en cuanto a diseños, supo encontrar un balance en la mezcla de géneros que propuso; y siendo sinceros no era habitual ver series con trasfondo militar, excusa musical, moe, drama, referencias geográficas reales y una banda sonora realmente inspirada – sin restarle el mérito al título, pero de la mano de Yuki Kajiura cualquier serie sube la media. Sin embargo ese fue su talón de Aquiles, pues las dos obras siguientes serían juzgadas sobre los parámetros de las buenas prácticas logradas con su primera obra. Así, esperando probablemente un manejo similar, el desengaño y decepción de los fans tras ver su segunda obra sentaron el antecedente de la duda ahora confirmada con el último trabajo. Senkou no Night Raid aunque con una pequeña campaña de intriga y teasers atractivos – las referencias a Baccano! eran descaradas – no fue lo que prometía; sus personajes, animación y narrativa correspondían al común denominador de títulos con presupuesto promedio dedicados a cubrir las cuotas obligatorias en los charts por temporada. Está de más decir que las expectativas por su próximo trabajo despertaron discusiones en diversos medios, y el resultado fue predecible en sus contrastes. Como dijimos, el error era un tema de enfoque, y es que con solo producciones originales no se consigue el favor del público ni su aceptación; si planteamos que la industria genera una escala de merchandising con la cuál puede apoyarse, desarrollar una serie desde cero no siempre resultará exitoso – es muy difícil imaginar otro ejemplo de éxito superior a EVA para este caso. Con todos sus riesgos, a eso parece aspirar Chikara ya que ha mostrado una tolerancia por la repetición de lugares comunes y clichés con un descaro tan abierto que no somos capaces de imaginar que no deseen que sus producciones de entretenimiento puedan toparse con una franquicia explotable a largo plazo. Esta estrategia, como se nos mostrará con el correr del tiempo, es un arma de doble filo que temprana aún ya ha empezado a revelar sus consecuencias; pues esos errores a los que aludimos y se adivinaban con su segundo trabajo, con Occult Academy – su última producción y motivo de este análisis – veremos que se repiten y cuantifican.

Lo lamento, pero pese a todo lo que ofrecen no hablaré
bien de su producción, Anime no Chikara


Estrenada el 5 de julio de 2010, Occult Academy, es la más reciente producción de la alianza Aniplex – Tv Tokio bajo el nombre de Anime no Chikara; tiene además en la dirección a Tomohiko Ito quien por primera vez está al frente de un título completo. La serie cuenta con un planeamiento de trece episodios en los que desarrollará un guión rara mezcla de horror, misterio, suspense, comedia, vida escolar y service. Con el encargo de la música para Shoko Nakagawa (Op. Flying Humanoid), Ayahi Takagaki (Ed. Kimi ga Iru basho) y Kazuya Tanaka en la dirección de sonido quien unifica a diversos compositores y arreglistas para el BGM – lo cual podría indicar que es un apartado que resalte especialmente, pero no es así – este título pretende reunir una serie de elementos que han funcionado adecuadamente a través de los años y en diversas ubicaciones geográficas; lamentablemente no lo hace. El apartado musical de presentación y cierre aunque no deficiente, peca de común y repite, tal cual la serie lo hace, sonidos y melodías clasificables en el denominado género J-pop, pero añadiremos también un calificativo temporal, J-pop del S. XXI. La poca variación de notas, melodías, escalas, lírica y tonos vocales en las producciones de la segunda mitad de los diez primeros años de este siglo XXI, ha construido una característica que parece ligada por definición a los tópicos de caracteres y subgéneros. Variando mínimamente – y salvando diferencias mediáticas con coreografías incluidas –, con arreglos rockeros en manos de la excusa moe, la música de este periodo no ha sabido renovarse, y esa es una norma para todas las series ubicadas en el promedio, donde se encuentra Occult Academy. Sin embargo, su regularidad y poco riesgo experimental en el OP y ED no es comparable con el BGM, que sin ser atípico da cuenta de la caricaturización voluntaria/involuntaria que puede provocar. De hecho, un momento crucial de la serie es marcado por el cambio de la música y revela así la verdadera naturaleza burlesca de la serie, que con todos sus gags y guiños no logra sincronizar adecuadamente con la comedia, pero sí con el ridículo de la parodia. Este es un rasgo que comparte con muchas de sus referencias, las cuales citaremos más adelante, pero la música en sí, oscila y se debate entre ritmos guitarreros, pianos de recital y sintetizadores cómicos tanto por sus efectos como por sus ritmos fáciles y repetitivos. La música aquí es importante porque complementa el giro que da la serie con el desarrollo de los eventos, pues se presentaba como un título de suspense durante su primera mitad, para revelar luego y de a pocos, su esencia cómica/paródica – quién dijo que Danny Elfman solo trabaja con Tim Burton. Esto es quizás su error más grande porque además de acompañar a los eventos ayuda a hundirlos en la caricatura. El proyecto despertó interés en diversos sectores tras su anuncio, y es que sea por su primera obra, el diseño de personajes o el tema aparente, las expectativas variaban, decepcionando a muchos – me incluyo – y satisfaciendo quizás al consumidor promedio, que es mayoría.

Me pregunto, ¿dónde habré visto un fondo similar?
Ah, sí, AQUÍ con Takashi en el post anterior
Anime no Chicara, ¿no?...

Habiendo analizado el apartado musical, podemos desarrollar el marco de lo que representa el esquema narrativo y técnico, considerando que también los openings y endings aunque con direcciones variables adelantan mucho de lo que se verá en la serie. Este criterio incluso es aplicado por muchos televidentes para descartar un título, pero no resulta del todo válido en un análisis de la naturaleza que presentamos; más bien parece provenir y funcionar de acuerdo al gusto y hábitos de consumo de series, crueles, prejuiciosos y hasta frívolos a veces. Ya hemos dejando en claro que el título reseñado no es uno que brille por su originalidad ni calidad, siendo así diremos que los elementos que se supone lograrán conectarse con el público espectador no logran su cometido y hasta podríamos acusarlos de desinteresados en este aspecto. Con una animación fluida pese a su carencia de vértigo, diseños de trazo simple y fondos de cumplidora mediana factura – por diseño, cromatismo o por la marca Madhouse quienes son los encargados del BG – no destella; elabora una mezcla preocupada por la presentación de personajes en tamizados cromáticos y la saturación de adminículos y trastos ocultistas, dispuestos aleatoriamente, con una solemnidad descarada que se regodea por toda la pantalla cual enjambre de bichos en un parabrisas. Además de estos excesos que se repetirán en el largo del episodio, la exposición de la protagonista – sobre la que girará el último párrafo – recuerda al intento de publicidad subliminal de grandes corporaciones con afán de manipulación del pusilánime Respetable. Así es, la dirección se orienta a la manipulación, una no muy lograda por cierto, en la que tanta insistencia termina delatándola como pueril. Se nos introduce en una historia presumiblemente de misterio y ficción, de ritmo controlado, argumento y diálogos originarios del suspense para dejarnos caer en cuenta de que fue un error el cambio de orientación posterior o quizás la misma introducción.

¿Fenómenos paranormales magnéticos, psicofonías, white noises
y cintas cromadas? Entonces...
"It's a SONY"


Dividamos a la serie por sus cortinas en dos partes, y la primera a su vez en otras dos, porque así se entenderá que el segundo cuarto va degradándose con los minutos hacia lo cómico y paródico, preámbulo a los dos cuartos finales totalmente burdos – ojo, por su recurso de espectáculo. Entonces, ¿esa introducción en clave “seria” es lo suficientemente importante como para aducir que el resto de la serie se desliga de ella en una merma progresiva de calidad? Sí, pero también puede proponerse que ese intro falla y sobra en el conjunto del episodio. Este uso inoportuno de elementos también puede verse con la incursión de datos muy específicos, quizás incluidos para reforzar esa flemática y conservadora introducción con temperaturas, horas, fechas, años, lugares, distritos y ciudades en un intento de validación – atrás quedó la vieja usanza de los escritores clásicos de indicar sólo la primera letra de los nombres propios. No obstante, la credibilidad no es gratuita y se le niega al iniciar la carrera; el guión manipulador no funciona y solo encuentra su pico creativo, exudado de esfuerzo, en la interacción con el espectador, ya que demanda en ciertos momentos el ojo atento y la ilación de eventos y datos – más útiles en la lectura entre líneas. Pero tampoco seremos totalmente desaprobatorios con el esquema narrativo que cuenta con una técnica atractiva y justificada para la presentación de eventos pasados complementarios a la historia. Sobre esto, sabemos que los flashbacks son recursos muy usados en casi toda producción, y son ya prácticas obligadas en el gremio de guionistas, pero ante el riesgo de su invalidación por culpa de un personaje tendríamos un problema. La protagonista, como toda tsundere, cambia su discurso en base a sus emociones, por tanto su comunicación se halla en un avance y retroceso, de espiral incluso, para complicar más las cosas. Con esta dificultad contar el pasado a través del propio protagonista significaría dos cosas: la invalidación de la personalidad voluble al contar en un tono objetivo los eventos y/o la nulidad del valor probatorio de los enunciados sobre el pasado que esgrima sobre sí – en cada recuerdo tendríamos tantos “tsun tsun” y “dere dere” que sería imposible creer todo lo dicho. Por este motivo los flashbacks que dan cuenta sobre el pasado de nuestra protagonista son contados por otros personajes antes de otorgar la posta a Maya, quedando su discurso limitado a la verdad ya expuesta por sus presentadores previos. Esta es una marca interesante en el fango de inocentadas que conforman la serie – Maya conservando una versión actualizada de su ropa infantil es tan grave como cómico y pervertido – que debido a sus referencias televisivas, fílmicas y ocultistas no se libra de ser “una suerte de comedia con guiños ocultistas y trama sobrenatural de ciencia ficción parasicológica, con ectoplasma chorreante como en película barata ochentera”.

"If there's something weird / And it don't look good / Who you gonna call?"
GHOSTBUSTERS !!!


Una comedia con guiños ocultistas y trama sobrenatural de ciencia ficción parasicológica, con ectoplasma chorreante como en película ochentera”: Abro este párrafo con la frase/sentencia del anterior, porque define a plenitud el espíritu de la serie; uno dotado de características pares, pero no inconexas. Hablamos de las referencias y el ocultismo. El entendido en esta última materia podrá avistar a una milla de distancia – o a tempranos segundos, para utilizar la unidad de medida más adecuada – que la soberbia mezcolanza vista, da pie a un amasijo poco exacto de recetas y fórmulas ocultistas. No le vamos a pedir especialización y profundidad humanista a un título como este pues la erudición oscura suele manifestarse en otros lares; pese a esto, describiremos estos saberes desde el punto de vista planteado en ese universo ecléctico llamado Occult Academy. Si tomamos como referente que durante la introducción del episodio se profundizó en detalles irrelevantes, la misma inocente deficiencia se repitió con la malversación de términos ocultistas – no podremos librarnos del término en toda la reseña y serie, ya que la dichosa palabra hasta va incrustada en el título. Propio más de un glosario de términos ocultistas que de un grimorio, se cita, nombra, muestra, comenta, define, expone y debate con terminología “especializada” cada situación que demande una explicación racional. El escapismo de la realidad es entonces, encarnación de lo fantástico y obligatorio en esta serie que arma un collage tanto de imágenes como de conceptos con la intención de sofisticar una trama peculiar, que por ahora ni muestra señales de complicarse con los viajes temporales, punto débil de toda obra de ficción en esta línea. Así es, toda referencia mágica es general, burda, mínima y en el peor de los casos errada – es bochornosa, para quienes entendemos de estos temas, la identificación y método de exterminio del espectro de turno, atribuible a una oriental confusión de dos culturas y periodos ampliamente documentados: Egipto y Grecia – por lo que solo cumplen un papel decorativo merced del pretexto inflado desde las referencias. Éstas, cumplen un rol importante en grado sumo para el desarrollo del argumento y es tal su impacto negativo que hasta el público estándar la desaprueba. Esta serie, por tanto, bebe de diversas fuentes ahora de dominio popular, pero surgidas en América; contando en sus filas una amplia gama de títulos a cuestas reconocibles como emblemas de la cultura pop occidental del siglo XX. Esta otra exposición es tan abigarrada y excesiva que no convence, y peca de lo mismo que sus fuentes, en tergiversar los datos. En resumen, toda una desgracia presentada entre réplicas de las máquinas teletransportadoras usadas por Brundle en The Fly (La Mosca, 1986), piquetes de ojos estilo The Three Stooges (Los Tres Chiflados, 1922), descensos luminosos como en Close Encounters of the Third Kind (Encuentros cercanos del tercer tipo, 1977), pines, apodos y actitudes – esta última es un sarcasmo, ver los “amistosos” golpes del conserje – ligadas al Smiley (Harve Ball, 1963), vómito marca registrada de The Exorcist (El Exorcista, 1973), arrastre de un arma cortante – aquí hay varias referencias en una, mencionaré sólo tres: The Texas Chain Saw Massacre (Masacre en Texas, 1974), The Shining (El Resplandor, 1980) y Higurashi no Naku Koro ni [sí, por nuestra favorita Rena para los despistados] (07th Expansion, 2002) –, fantasmas voladores quiebra retratos como los de Ghostbusters (Los Cazafantasmas, 1984) – en honor a la verdad, esa foto del director cambiando su gesto para sacar la lengua arrebata carcajadas –, banda sonora tergiversada de The Omen (La Profecía, 1976) en fórmula invocatoria – el más grande ridículo al usar el cántico Ave Satani compuesto por Goldsmith (“Sanguis bibimus corpus edimus. Ave Satani”: La sangre bebemos, El cuerpo comemos, Salve Satán) – y reacciones sobreactuadas de sorpresa, fluidos nasales segregados, pérdida ¿espectral? de gafas, suspiros entre proposiciones por fortuna ausentes de gotas en la cabeza, chamusque de cabello afro style, y súplicas por la conservación intacto del rostro – la frase “¡En la cara no!” se usa en todo el mundo, pero las viejas generaciones de lectores peruanos sabrán esbozar una sonrisa cómplice al tener como primer referente al cómico Adolfo Chuiman). Este listado que omite otras referencias es clara muestra de que se satura al espectador con guiños innecesarios y que provocan irregularidad en el conjunto. Sin embargo, veremos en las líneas finales la razón de esa “irregularidad”, porque ahora desarrollaremos el último componente importante de la serie, la sexualidad y erotismo.

Maya Kumashiro: El objeto del deseo o El demonio blanco tsundere
¡Qué esperas para lamer mis tacones!

Contrariamente a los casos que hemos venido reseñando donde podíamos hallar una figura protagónica determinante más allá de su rol evidente, e interesante por su compleja personalidad, aquí nos topamos con la falsación de esa fórmula. Al igual que los filmes o series de acción real concebidas para el lucimiento de un actor, Maya Kumashiro es la figura a través de la cual se difumina el interés de mano de un erotismo tan protagónico como otro personaje; donde la palabra service cobra dimensiones monstruosas sin llegar al desenfado de lo evidente y carnal, pero sí de lo sugerente. Aunque Maya no sea un personaje logrado, es la carta de mazo alto jugada desde el principio por el staff; cuenta con un diseño físico y psicológico muy definido, capaz de conectarse inmediatamente con el imaginario y deseo de ciertos aficionados – que nos atrevemos a decir mayoría, en esta época de tendencias tsunderes. De figura esbelta, traje de una pieza, cabello largo y negro, medias altas, inflexiones vocales, tacones altos, brazos níveos y largos, y presencia abrumadora, Maya es el intento de crear a la ¿tsundere definitiva?, hecho que con todo lo negativo que se ha dicho sobre este título, no es factible de una negación rotunda. Si la serie es una caricaturización del género, su protagonista aprovecha esa exageración para definir su naturaleza, obteniendo así un mimetismo y curiosa simbiosis entre las referencias absurdas cómico/hórridas y los clichés de estas chicas intensamente volubles llamadas tsunderes. Se nos vende a Maya entre toda esa maraña de datos cuestionables como un objeto sexual, como el enganche de la serie, como el non plus ultra de la volubilidad femenina y el summum del deseo, en una forma poco decorosa – pero bienvenida, declaro mi debilidad por las tsunderes – que no exitosa. Teniendo censura para aspectos sangrientos y violentos, las situaciones que impliquen la exposición del cuerpo de la protagonista se dan maña para eludir el pantsu shot y aprovechar esa arma contorneada y mortal de la ropa ceñida. Occult Academy no muestra cosas explícitas, pero sí todo cubierto y ceñido, lupanar de la imaginación mordaz del aficionado. De alguna manera u otra, con mayor o menor éxito, por momentos la serie parece encumbrar a Maya como eje central, siendo una excusa para el lucimiento del diseño en virtud del merchandising posterior; independientemente de esto que tiene tanto de criticable como intentar sancionar a los autores de doujinshis – por el tema de los droit d'auteur es decir, algo burdo – no es Maya quien destaca sino sus formas, su actuar, sus miembros, su puesta en escena y su plástica del movimiento en un acierto que per se es válido, pero en el conjunto resta méritos. Precisamente estas curiosidades inspiradas son las que salvan a la serie de caer en el hoyo del ridículo total pues siendo Maya objeto del deseo se le caricaturiza sin deformación SD (Super deformed o chibi) en actos típicos y atípicos – golpear a una protagonista atractiva en el rostro y hacerla rodar cual personaje de caricatura norteamericana –, complementados con el erotismo mencionado – una breve lista: toma en 180 grados con repetición en 3 ocasiones de un plano inferior, acercamientos para las piernas de Maya, referencias fálicas encubiertas de sombra y fetichismo que roza lo incorrecto con los niños del ending.

Descuida Maya, no eres la única sorprendida.
Nadie se esperaba ¡ESO!


Esto es lo que tenemos en Occult Academy situaciones ocultistas sin base histórica o verídica, personajes ridículamente simplones, soft service en cantidades, abundantes referencias a la cultura pop occidental y todos los tópicos japoneses de los últimos tiempos. Estos componentes pese a delatar un producto fallido confirman también algo, su doble o múltiple capacidad de ser interpretada. No es una serie que pueda verse pensando en suspense u horror tradicional, ya que para ese público que gusta de lo serio y para el crítico en general, falla en todos los sentidos; pero podrá verse apelando al descreimiento de las reglas autoimpuestas por nuestras costumbres académicas, negando toda profundidad obligatoria y dando paso al mero disfrute y pasatiempo de sonrisa plena y simple. Esta serie es mala sólo si se la ve con ojos en extremo críticos, pero se torna disfrutable como una comedia ligera con toques paródicos en un visionado libre de prejuicios y pretensiones, porque mientras más se conozca del tema que tratan de contar los realizadores, con los yerros notaremos el valor de caricaturización que posee; uno capaz de entretener al público mayoritario adicto a la comedia ligera y a su vez capaz de hacernos reír, a los demás, de manera cómplice por los errores voluntarios e involuntarios de la serie, tal como lo hicieron las películas de horror/comedia que vimos durante nuestra infancia.

Maya: "Tsudere Service"
All of Us: At home? On Bed? Fuck Yeah!!!

viernes, 16 de julio de 2010

High School of the Dead episodio 1: Spring of the Dead - Emitido el 05/07/2010

Argumento: Casi con melancolía, Takashi Komuro recuerda la noche anterior a los sucesos actuales; una noche que ahora parece lejana en medio del caos. Komuro es un estudiante bajo el promedio, descuidado y solitario lo cual no lo priva de sus viejos fantasmas de la niñez, una promesa que hizo con su amiga de la infancia, Rei Miyamoto. En uno de los balcones de su escuela evoca diversos recuerdos relacionados a su relación con Rei, que no pasó de la amistad hasta hace poco cuando fue rechazado por ella. Rei alguna vez sintió afecto por él, pero debido a su indiferencia terminó por entablar una relación con su mejor amigo, Hisashi Igō. Al iniciar la jornada escolar, en un estado depresivo, Komuro es encontrado por la estudiante modelo y autodenominada genio, Saya Takagi quien lo reprende por su comportamiento y minimiza la situación. Tras haberle gritado, lo deja solo con sus lamentaciones, y es allí cuando Komuro presencia el inicio de la tragedia para esta escuela. En los exteriores, un extraño golpea contra las rejas del colegio con insistencia hasta que algunos profesores intentan detenerlo. El sujeto en cuestión no reacciona coherentemente y termina atacando a uno de los maestros mordiéndole el brazo. Ante la sorpresa de los demás maestros, el afectado fallece en el acto, pero tras unos segundos se levanta y los ataca con el mismo método del intruso. De inmediato Komuro corre a su aula para alertar a Rei e intentar sacarla de la escuela. Pese a la resistencia de la chica y con el apoyo de Hisashi, los tres optan por huir juntos.

Conociendo los detalles de la situación y provistos de armas improvisadas prestos a salir de la escuela, escuchan un anuncio por los altoparlantes alertando sobre una revuelta interna. Este comunicado provoca el caos de los estudiantes pues el maestro que emitió el mensaje fue asesinado durante la transmisión. Mientras los estudiantes salen despavoridos hacia su posible muerte e infección, Saya y Hirano toman una ruta distinta de escape al tiempo que el trío inicial opta por lo mismo. Ellos deciden huir por la terraza de la escuela, pero en el trayecto se ven forzados a enfrentarse a los infectados, zombies a los que se refieren como “ellos”. Resultado de este enfrentamiento, Hisashi es mordido mientras protegía a Rei. Habiéndose hecho camino hasta la azotea eliminando infectados, crean una barricada para protegerse, no obstante Hisashi empieza a presentar los síntomas de la infección y ante la negativa de Rei, pide que lo maten. Una vez transformado totalmente, Hisashi los ataca, pero Komuro logra eliminarlo. Devastada por la muerte de su novio y la situación en general, Rei pierde la razón y recrimina a Komuro por sus actos aduciendo celos y venganza de su parte por la relación que mantenía con Hisashi. Tras oír esto, un Komuro silencioso decide abandonar la barricada para enfrentarse a los infectados, lo que hace cambiar de inmediato la actitud de Rei quien le pide perdón. Ambos se quedan juntos en el observatorio de la terraza mientras cae la noche y en la ciudad entera se pueden ver los efectos de la infección.

Estos zombies sí que tienen muy en claro lo que quieren

Impresiones: Entre las diferentes necesidades humanas ligadas, directa o indirectamente a los procesos creativos y resultado de la interacción con el entorno y con aquello que denominamos “cultura”, podemos encontrarnos con elementos, objetos, productos o unidades informativas capaces de motivar una determinada sensación, en muchos casos contrapuestas, pero ineludiblemente complementarias. Y es que aunque parezca paradójico, conceptos absolutos como las máximas cromáticas, espaciales, polares y axiológicas necesitan de dos elementos en su sistema para ser funcionales. Así tenemos que bajo esta característica, la relación humana con sus constructos ha manifestado/desarrollado (cfr.) una serie de necesidades a veces contradictoria, no por eso inválida. Conceptos como creación y destrucción, cotidianos en el quehacer humano han marcado todo tipo de comportamiento social, partiendo desde la psique como raíz – o lo genético según sea la preferencia. Esta tendencia hacia lo muerto y lo vivo, resultado de las pulsiones que Freud nombró como Eros y Thanatos predisponen a determinadas actitudes en relación al origen y fin del ser en sí mismo, pero con un enfoque sexual la mayoría de veces. Valerse del psicoanálisis para explicar un fenómeno de esta naturaleza, en la cultura de masas a través de los medios sobre todo, puede resultar antojadizo, pero es más adecuado que usarlo para una interpretación universal donde su insuficiencia ya es latente. Tenemos entonces, que en la industria del entretenimiento la mezcla del sexo y la muerte en su más expresiva y orgánica degradación, la ficción sobrenatural, aprovechándose en sus orígenes de los deseos latentes y reprimidos de los colectivos, como catalizador creó universos ficcionados, manifestación de los mismos. Todo esto en el género del horror.

"'Cause this is thriller, thriller night And no one's
gonna save you from the beast about strike
"

La amplia ficción de horror ha desarrollado para su galería de aberraciones y víctimas protagónicas, caracteres sobre o infra-humanos a cantidades industriales, cada uno más o menos aterrador y ridículo según el contexto. En ese catálogo de criaturas, importado del folclore popular haitiano – con orígenes africanos por supuesto – tenemos al zombie o muerto viviente, resultado de la reanimación mágica – originalmente, y planteada como científica después – por un brujo experto. Carentes de razón y tenaces, estos entes insaciables en su ansia de carne, vida o más “clásicamente” cerebros, se degradan y pudren a velocidades realmente altas, en curioso recordatorio de lo fugaz de la subsistencia, incluso en ese estado. Los zombies, no obstante su fragilidad, gozan de gran popularidad y aceptación en la cultura pop a consecuencia de su paso por la literatura, la radio, los cómics y el cine, su más importante promotor. Asociadas siempre a películas de bajo presupuesto o “serie B”, las producciones fílmicas de horror con zombies han mantenido medianamente una casi religiosa fidelidad a sus orígenes – las etapas son un tema aparte – con tópicos muy claros y fórmulas usadas hasta el hartazgo: escasa profundidad de los personajes, falta de lógica en su premisa, destrucción urbana, ataques colectivos, villanos tras bambalinas, jerarquías de supervivencia y emparejamientos resultantes. Con todo esto, el género apela al entretenimiento, hecho evidente tras toda la asimilación por los formatos de una industria que desde los años treinta la expone en funciones. El cine de zombies engloba en su simplicidad el sentir de una época y podríamos decir hasta una actitud marcada por las hormonas juveniles, el sexo, la diversión, la acción y obviamente los muertos, sean divertidos o no; razón por la que su existencia y relación con esos elementos la hacen objetivamente parte de la cultura moderna. Si es válida una concepción e interpretación artística del género, es discutible, pues si bien evidencia mecanismos de arte, la parte no hace al todo, habiendo otras ramas o formatos de la expresión artística que la desarrollan con más éxito, pureza y estética. Esta afirmación es cuestionable, pero es propia al menos del intento de objetividad – no me considero en lo absoluto fan del tema – ya que no se apoya en el fanatismo – veo mucho más de arte en los cuerpos pútridos y deformes de la obra pictórica de Francis Bacon que en el cine de George A. Romero. Pese a estos antecedentes, y contando con muy pocos títulos precedentes en el mundo de la cultura popular japonesa, desarrollaremos a continuación la última producción del género fuera del circuito americano, un título heredero de ese prolífico cine tan fiel en sus premisas como necio en su autovaloración de calidad, la serie anime High School of the Dead.

Esta escena (posición) será mejor entendida por los lectores de Vatsiaiana

Adaptada del manga de Daisuke Sato y Shouji Sato, guionista y dibujante respectivamente, High School of the Dead o simplemente H.O.T.D, es una serie shounen con todos los elementos que esto implica, más el agregado de la presencia de zombies. Y debe hacerse esta pequeña acotación debido a que con toda la variedad de temas abordados por el manga y anime, estas criaturas no han sido protagónicas ni relevantes en las producciones. Salvando la notable diferencia con Hellsing y sus recientes ovas, podemos contar apenas títulos como Zombie Hunter, Zombie Powder, Kore wa Zombie Desu ka?, Zombie-Loan y Zombie ya Reiko, obras tan nefastas como sus nombres indican. En el caso de la serie que nos ocupa, pese a que fue esperada fervientemente por la comunidad, el tema es la suma del los tópicos antes mencionados más los clásicos fetiches nipones – quizás allí radica el entusiasmo del fandom. Sin embargo, como hemos podido experimentar con ciertas producciones, la adaptación de un estudio de animación es tan importante como la historia misma, y si la trama de H.O.T.D no es de las más elaboradas, no es mala, lo cual permite que con un adecuado tratamiento se eleve por sobre la media o llegue a cumplir con los estándares mínimos de la crítica o del consumidor especializado y experto – en gore, horror, suspense y seinen para ser más exactos. Madhouse, el estudio que nos trajo en la temporada pasada la gran adaptación de ese gran manga llamado Rainbow: Nisha Rokubou Shichinin, esta ocasión trabaja con las ovas de Black Lagoon: Roberta’s Blood Trail y con H.O.T.D, logrando para una producción televisiva un nivel más que acertado al seguir al trabajo original y dotándolo, ensalzándolo y sazonándolo con ese espíritu oscuro y emoción que redunda en la ya conocida épica de los primeros episodios de cualquier serie hecha por Madhouse.

La justicia poética a merced de la libido o Madhouse y su exceso de fluidos

La estética sombría sello de Madhouse y de sus miembros – que hace intuir la existencia de una generación oscura de creadores (cfr.) – marca desde el inicio del episodio un tratamiento embellecido de lo hórrido. Los monólogos, los encuadres, los objetos complementarios de un plano estático, la narración no lineal y su encadenamiento apuestan por la incomodidad y por transmitir el desasosiego al espectador. Se trata de generar en el televidente el desconcierto de los protagonistas y lograr que aquellos se identifiquen con los jóvenes héroes de turno, sin importar que el rango de la edad represente algún problema; pues como se ha comentado anteriormente en nuestros textos y podcasts, la brecha generacional no es válida en la mimetización con los caraceteres ficcionales juveniles del manga/anime debido a que esa misma lozanía y frescura de su edad los hace más vulnerables y cercanos al ideal de un consumidor adulto además del propio niño y adolescente, claro. La dosificación de información cumple un papel importante al momento de sorprender y motivar emociones en el público, cosa que de por sí el género ya posee, aun así, el relato adaptado se da maña para provocar preguntas que no será posible responder, al menos por ahora. El origen de la contaminación o infección zombie no es explicado y por el contrario se ocupa el tiempo en desarrollar a los personajes y sus relaciones como introducción o preludio – no digamos al caos, pues este da inicio al primer segundo de la serie con el recuerdo de Takashi –, siendo muy oportuno el juego de luces y música para la ocasión, pese al poco cuidado de la animación en ciertas tomas, a su ausencia y a la censura.

No se confundan por el ángulo, eso es un bokken

Con todo esto, podemos descifrar que en el actuar irracional se expone una fórmula que clarifica tanto estructura narrativa y uso de planos como la sucesión de eventos y escenas mostradas. De la manera más simple el espectador puede entender que si el grupo protagónico huye debe mostrarse de qué lo hace; por esto, las escenas de otras áreas del colegio con los alumnos “zombificados” cumplen un fin directo aunque encubran orden en sí. Veámoslo de la siguiente manera: narración en primera persona > hechos actuales (infección de ciudades) > sobrevivencia de personajes (introducción de caracteres) > explicación de la primera infección > (desarrollo de los hechos en flashbacks). Como podemos apreciar, cada partícula narrativa corresponde a una escena y se relaciona con el proceso de infección en sí, es decir una gradación de la evolución del virus zombie: infección, mordida y contagio. Además de esto, el capítulo explora la ruptura de valores tipo como ciertos lugares comunes; la escena del rechazo de Takashi en el aula vacía al atardecer es lo opuesto al ideal de situación romántica adolescente en los manga/animes con las parejas formándose en ese escenario con un recuerdo duradero, inocente y diáfano. Aquí se rompe eso y se hace en virtud de un personaje, cosa que desarrollaremos más adelante. Esta ruptura no significa, de todos modos, un divorcio de los arquetipos y convenciones necesarias que podemos identificar en situaciones desoladoras, de service y de comedia. Una a una las visualizamos así: el panorama desolador está en cada secuencia en la que los personajes interactúan con la amenaza zombie y con ese otro personaje que es la ciudad, que les indicará que su predicamento es algo más extendido que su mini universo escolar y funciona como ralentizador de la esperanza. Se les recuerda que la muerte está en todo lugar, que el suelo que pisan está o invadido por la muerte o es la muerte misma, y el cuerpo además de llevarla en el sentido final de la existencia, esta vez también se vale de contenedores andantes y autómatas con ansias de carne. Por su cuenta, el service de la mano de las hormonas adolescentes cumpliendo a cabalidad el trabajo original del manga se decanta por el espectáculo con base freudiana de la carne viva alrededor de la muerte. Que la muestra de ropa interior femenina se dé en toda ocasión y sin justificación alguna – llevada al extremo por obra y gracia de series como la fundamental/intrascendente Aika – mientras corren por sus vidas, no se reprocha pues si bien service evidente, refuerza la ficcionalidad de lo que se cuenta, no por la formas imposibles de féminas en desarrollo sino por el balance de la fórmula “acción, muertos y chicas lindas”. Por tanto habiendo más “pantsu shot” que en el promedio de series no se invalida la premisa de la trama, que como dijimos es simple. Finalmente, la comedia en este ámbito además de acercar a sectores recurrentes el título se enlaza con dos de las características raíz de H.O.T.D, el anime (service) y el zombie show (humor barato). El mejor ejemplo de esto puede ser la secuencia con las compañeras huyendo mientras se prometen apoyo en base a su forjada amistad, la cual no dura ni dos segundos luego de que una de ellas sea capturada por un zombie. Ese guiño tiene tanto de pop japonés como de humor americano, pero no es lo único, hallamos también un sin fin de referencias que enriquecen esta mezcla como: posturas sexuales (minuto 13:51), mediocridad docente (tanto del suicida ¿guiño a Takeshi Kitano?, como del “acartonado”), cobardía (la de Hirano), moe y “tsunderismo” – me permito el término – (ambos de Saya).

"No subestimes el poder de las tsunderes, Kuota Hirano"

La música que ambienta el episodio, y por tanto el resto de la serie, como era de esperarse tiene una base más dura, cercana al j-rock y post rock, en la línea de la escuela de Hideki Taniuchi, cosa que nos hace pensar más en una escuela Madhouse que parece buscar cierto tipo de sonido. Mientras que Takafumi Wada se encarga de ambientar todos los momentos musicales que acompañará la travesía oscura de los protagonistas, la apertura y cierre corresponden a los grupos “Kishida Kyōdan & The Akeboshi Rockets” y “Maon Kurosaki”. Las melodías instrumentales con la peculiaridad de lo acerado de las guitarras son un complemento muy bien elegido para la situación y el tema, en donde parece repetirse además de la tradición del estudio la fórmula con mediano éxito de mezclar zombies y rock, propuesta por las películas 28 days later y 28 weeks later. La influencia de estos títulos es considerable, al punto que se recicla incluso una canción con arreglos particulares, lo que no la salva de ser una copia (minuto 18:17, “28 Theme”). En el apartado del trabajo vocal contamos con las voces Junichi Suwabe como Takashi, Eri Kitamura como Saya y Marina Inoue como Rei, quien pese a tener que desarrollar un personaje demasiado emocional realiza eficientemente su trabajo – en lo personal la prefiero como Cossette d'Auvergne o Chiri Kitsu. Estos personajes por ahora incompletos en la presentación serán compuestos por diversos roles vistos tradicionalmente en las series niponas como la chica tsundere que lleva al extremo su frase cliché en claro guiño al televidente asiduo – el uso de la palabra “Baka” (idiota) hasta diez veces en una oración recuerda con ironía cómplice la mítica pronunciación de las 10/11 violaciones por segundo de Krauser en Detroit Metal City. También tenemos a una practicante de kendo, al chico popular, al cobarde, a la despistada y al protagonista descuidado que roza con la delincuencia, pero más complejo esta vez, como veremos a continuación.

El Shounen Bato
(el chico del bate)

El día en que todo lo que conocía llegó a su fin, maté a mi mejor amigo y abracé al amor de mi vida por primera vez” (El Shounen Bato). Decidí iniciar este párrafo final con una cita usada en la serie y con una referencia a uno de los grandes – si no el más grande – títulos del seinen, Paranoia Agent (Mousou Dairinin. Satoshi Kon 2004). Y es que para ser un título que pese a su buena adaptación, H.O.T.D posee una historia simple con personajes típicos y clichés universales. Aún así, tiene un protagonista que aunque sabemos como se perfilaba fue capaz de mostrar una personalidad interesante y un paradójico sistema de valores. Takashi es un personaje sombrío, meditabundo, solitario y depresivo, claro a consecuencia del rechazo de Rei, pero es un rasgo de su personalidad a fin de cuentas. Este tipo de caracteres usados recurrentemente en las series shounen, busca identificarse con el sector marginal de la audiencia, apelando a un público ansioso de historias sobre “perdedores” en un universo que posibilite el desarrollo de su potencial. La identificación con el héroe es en este caso la compasión y asimilación del rol frente a la competencia desventajosa de los rivales, pues no vamos a negar que en situaciones donde el protagonista carece de muchas virtudes siempre se le inmiscuirá en un triángulo amoroso o vórtice argumental. Con antecedentes populares, para mayor referencia, como Kei Kurono y Van Fanel, nuestro protagonista en este primer episodio carga con un deseo; hosco a simple vista es capaz de correr tras Rei para protegerla y no necesariamente para enaltecer aquel sentimiento trillado del amor, si no por su provecho, su egoísmo. El deseo mueve a Takashi, las hormonas y la adrenalina irrigada en el torrente sanguíneo resultado de los eventos no hacen más que confirmar que este héroe además de ser un niño caprichoso y egoísta, es un hombre con necesidades físicas más cercano a los antihéroes. Estos motivos no son del todo claros, incluso en la propia mente de Takashi quien encuentra en la doble tragedia proporcionada por su amigo Hisashi y los zombies un placebo. Siendo el protagonista, no es de extrañar que el episodio íntegro se dedique a enaltecer y enriquecer su rol ofreciéndole posibilidades de solución para sus traumas y anhelos, que probablemente no disten mucho de los de la mayoría de los espectadores adolescentes. Hisashi es infectado, y en una escena que parece de justicia u oportunidad de venganza casi poética, Takashi se convierte en el macho alfa; su mecánica de lo sensual y copulatorio se desata y asume su responsabilidad. El personaje es tan temeroso como cualquier joven de esa edad, tan débil física y emocionalmente como cualquiera, pero su mente es más adulta que la de sus pares animados, acercándose más a la realidad. Si la existencia de Hisashi se justifica solo para que Takashi evolucione, la derrota moral/emotiva de Rei corona esta exposición de machismo no en su forma más sutil precisamente – recordemos que la sociedad nipona lo es. Así, con este discurso cuestionable de las relaciones y valores morales de líneas delgadas cruzadas, Takashi es capaz de manipular y resignarse a la vez, de aprovechar la situación y triunfar, pero mantener la culpa y las sombras en una mirada de insatisfacción. Además de no ser plano, se debate entre varias convenciones sociales con la pericia inexistente de la adolescencia. Este es uno de los factores que además de la buena animación – salvando escenas muy descuidadas y trucadas –, música, fondos y textura, hace de H.O.T.D una serie a seguir en la presente temporada de verano 2010, más allá de las críticas o apoyo al service mostrado. Difícilmente será la mejor serie de la temporada debido a su poca profundidad, pero sí de las más esperadas y comentadas.

El día en que todo lo que conocía llegó a su fin, maté a mi
mejor amigo y abracé al amor de mi vida por primera vez
EPIC WIN!!!

martes, 8 de junio de 2010

Programa nº 4 Proyecto Nihon [PODCAST]


Cuarta entrega del podcast dedicado al análisis de los medios generados en la cultura popular japonesa (animes, mangas, videojuegos y música) del colectivo Proyecto Nihon. Este podcast, al igual que el anterior tardó algún tiempo en publicarse debido a eventualidades personales de los miembros, pero por fin sale a la luz para satisfacción de sus seguidores.

En esta ocasión, el tema desarrollado se divide en dos partes: primero, los productos generados por aficionados de media japonesa y en segundo lugar, un caso concreto, el fansub y el problema de su legalidad. Ambos temas atractivos por estar referidos al consumo habitual de los aficionados y por lo polémico de las posturas a favor y en contra. Por tal razón aclaramos que las opiniones vertidas son propias de los miembros del proyecto y pueden ser tomadas sólo como eso, o como simples recomendaciones.

También en la tradición de los programas previos, este 4to. podcast se extiende más que el anterior alcanzando una duración de una hora con cincuenta minutos. Además, la sección ya instituida de bloopers esta vez cuenta con 14 minutos de errores y situaciones divertidas que surgen durante la grabación del programa, acompañadas de audios en un collage de referencias a veces bizarro, pero siempre ingenioso, sobre todo para compensar la seriedad de la discusión del cuerpo del programa.

Los invitamos a escuchar este podcast en el que esperamos puedan encontrar información de utilidad. Son bienvenidos todos sus comentarios y sugerencias.

Finalmente recordamos la convocatoria permanente de miembros. Los interesados pueden escribir a proyectonihon@gmail.com


Escuchar en Poderato


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Programa nº 4 Proyecto Nihon
Duración: 1h:50m:54s
Formato: Mp3
Tamaño: 101 Mb
Participantes: Daniel Vasco, Iván Rodríguez, Lisandro Gómez y Daniel Guerra

URL del Programa (reproducción on line y descarga):
http://poderato.com/proyectonihon/nihon-radio-proyecto-nihon/programa-4-marzo-2010-proyecto-nihon

URL del tracklist del proyecto:
http://poderato.com/proyectonihon

URL alojador externo (descarga)
http://www.4shared.com/audio/Xk8DgWp9/Programa_4__marzo__2010_Proyec.html

Blog del Proyecto Nihon
http://proyectonihon.blogspot.com

Blog personal
http://danielguerracaballero.blogspot.com

martes, 27 de abril de 2010

Rainbow - Nisha Rokubō no Shichinin episodio 1: After the Rain Emitido el 06/04/2010

Argumento: Corre el mes de junio de 1955, Japón después de diez años de haber perdido la guerra se encuentra socialmente devastado. En esta crisis social, los más afectados son las mujeres, ancianos y niños, y el clima de injusticia se percibe en todo el lugar. Asimismo, la violencia forma parte de la vida diaria de muchos jóvenes. Implicados en diversos casos de agresión, estafa y hurto, seis jóvenes con edades alrededor de los 17 años son trasladados a la escuela especial disciplinaria de Shonan. Durante su traslado, en un día lluvioso y oscuro, son llevados esposados y encapuchados en un transporte público provocando la desaprobación de los pasajeros y el rechazo, al punto de que incluso un acto cordial es reprobado; una niña deja caer su muñeca y uno de los prisioneros al intentar devolvérsela provoca el llanto de la niña, quien una vez los delincuentes son dejados en su destino arroja la muñeca por la ventana. Este acto impropio es castigado por uno de los guardias quien les recuerda que no merecen siquiera tocar pertenencias ajenas. Ya en la escuela disciplinaria, son llevados hasta el consultorio del Dr. Sasaki para un examen de rutina, aunque totalmente falso, cuya única finalidad es quebrantar su determinación. Tras haber sufrido esta vejación son conducidos a la celda seis del complejo dos para su confinamiento. Allí se encuentran con un hombre leyendo que los ignora totalmente, y tras ser provocado los desprecia y ridiculiza; aprovechando su superioridad numérica deciden atacarlo, pero el hombre se pone de pie y revelándose como un boxeador les da una golpiza a todos. Ante el alboroto el guardia que los trasladó llega y da un castigo ejemplar al boxeador, aprovechándose de su cargo, para luego ordenarle a los demás que también lo ataquen para vengarse, a lo que se niegan. Dispuesto a castigarlos a ellos también, es detenido por el hombre a quien se le creía inconciente tras la golpiza. Aboga por ellos y también llega el Dr. Sasaki para detener al guardia. El hombre cae desmayado en la habitación; luego de recobrar el conocimiento agradece a uno de los jóvenes el haberle limpiado la sangre y decide fumar el cigarillo que ofreció antes otro de los recién llegados. Se presenta como Sakuragi y les ofrece fumar con él; a partir de ese momento viendo su naturaleza fuerte y bondadosa será como un hermano mayor durante los dos años que aparentemente estarán confinados en ese lugar.

"No... temas... pequeña... no... te... haré... daño..."
Una nueva forma de hacer que los niños hagan sus deberes o terminen la comida

Impresiones: En determinados contextos de producción masiva, ligados a estrategias comerciales y ajenos a la demanda de la revitalización y profundidad fuera del entretenimiento, como respuesta a necesidades básicas y fisiológicas de un colectivo erotizado por la mass media y la coyuntura, surgen planteamientos – a veces – peculiares. Tenemos así, que una propuesta no necesariamente fresca es capaz, dentro de los márgenes de su densidad, de aliviar el panorama coercitivo del conformismo consumista, engrosando la fila de la resistencia creativa en un periodo dado. El seinen, género que tomando su raíz se deduce orientado a un público conformado por jóvenes y adultos, ha aprovechado las tendencias – sin escapar a ellas del todo, pues la limitación primaria siempre será la tecnología de la época – para abrirse camino entre demandas alternativas de información, conocimiento y arte – nótese el orden y confróntese. En un contexto donde el público objetivo está delimitado por una nacionalidad en particular, el sector destinatario de las producciones percibe la generación de contenidos en base a su propia necesidad mayoritaria, ya que establecer el punto de equilibrio de oferta y demanda forma parte de la supervivencia del mercado. Si consideramos estas premisas, podemos preguntarnos cómo lo alternativo y su grupo “minoritario” demandante, es capaz de sobrevivir en una situación que comercialmente parece ser hostil. Pues la respuesta es sencilla, aquella situación es hostil en apariencia. El consumo de historias adultas en productos como manga y anime en Japón está determinado por diversos factores que al igual que las tendencias coyunturales le garantizan su subsistencia y progresivo desarrollo.

Representación del gobierno Japonés y UNESCO castigando al
fan service, el ecchi, el loli, el shota, el hentai y el yaoi (sí, denle duro a ese)


Dejando de lado el aspecto más convencional que otorga al factor de constancia creativa la aparición de historias “serias”, podemos atribuir las preferencias por el género seinen no solo al sector asiduo de suspense, sino a colectivos como el masivo, adulto y foráneo. Para sostener esta afirmación consideremos que al incrementarse el número de consumidores en un universo o muestra estadística, las probabilidades de la aparición de más consumidores de un género determinado se incrementan en base al número del total y eso rige para el caso de los extranjeros. En el caso del sector adulto, consideremos su preferencia por la media durante su periodo de infancia, adolescencia y juventud, por lo que esta evolución generacional deviene en un natural cambio de preferencias, por lo general hacia lo maduro – no es una regla absoluta. Y finalmente, el más interesante, es que dentro del consumidor masivo existen géneros que si bien tienen un nivel bajo de demanda poseen un porcentaje mínimo de interés que sumado al de sus similares consumidores se incrementa exponencialmente y sufre variaciones a favor, tomando en cuenta el crecimiento adulto mencionado antes. Es así como en estos tres niveles podemos observar la respuesta al porqué un género adulto es de interés para la industria si resulta tan “alternativo” en apariencia; el mercado es mediado por la oferta y demanda, pero esta es fluctuante y depende de preferencias cambiantes tanto por factores exógenos (moda) o biológico-sociales (madurez). En este escenario, aparece el estudio Madhouse con una propuesta que evolucionando a lo largo de los años cubre un importante porcentaje (cfr.) de producciones adultas. Este estudio ha producido una larga lista de títulos provenientes de fuentes diversas como novelas y mangas, adoptando características reconocibles en forma y fondo – llámese, estilo de animación y argumento, respectivamente, con énfasis en el thriller – convirtiéndose casi en emblemático del género. Estas preferencias son efectivamente mediadas por factores estratégicos como demanda y tendencias, pero pese a este filón comercial no ha perdido las constantes, manteniéndose auténtico en su espíritu, incluso sin contar con una organización creativa con base común (Gainax, Shaft, IG), poseyendo sólo colaboraciones, con resultados felices.

"Abra la boca por favor"
Examen: Amígdalas
Motivo: Rutina
Dificultad: ¡EXTREMA!

La historia de Rainbow - Nisha Rokubō no Shichinin, es una adaptación del manga de George Abe (guión) y Masasumi Kakizaki (dibujo) ganador del premio Shogakukan en el 2006, que en líneas generales desarrolla la historia de siete jóvenes recluidos en un reformatorio. Esta premisa propicia el desarrollo dramático de cada uno de los episodios y el staff entiende muy bien eso pues pese a contar con los habituales veintidós minutos promedio provoca una sensación de brevedad. Esto ocurre por la concentración de emociones que se genera y espera despertar en el espectador, lo cual desarrollaremos más adelante. En argumentos de este tipo es sabido que el uso de referentes incorporados en el saber popular o cultura pop provenientes del arte o literatura son fundamentales, y siendo utilizados por adaptaciones previas del estudio, en concordancia con el guión original se nos introduce a un universo controlado meticulosamente. El clima es hostil y el reformatorio es oscuro, las tomas introductorias lo muestran como impenetrable, como una fortaleza bajo la lluvia, lo cual es el referente clásico del gótico y sus recursos de formato: día tormentoso, separación del colectivo, ingreso a lo desconocido, fortificaciones intimidades, etc. – solo descarten la damisela en peligro –; de otra parte, los huérfanos y reformatorios también se trataron antes en Monster. En el contexto histórico, el Japón de 1955 fuera del clima político que desencadenara la sucesión y disputa de los partidos liberal y demócrata, y su radical incremento de valor inmobiliario, padecía tras haber perdido la guerra, de los efectos habituales en estos casos: violencia, caos, desunión, subversión, y demás actos combatidos con políticas represivas de las libertades. En efecto, tal como se indica en la serie, los grupos minoritarios más débiles padecieron lo peor y aquí está el referente de la historia que apela al recuerdo japonés y su correlato histórico. Estos breves ejemplos sitúan el marco propicio para generar impacto, pero añadiendo vectores que no convergen en el drama histórico necesariamente. Para complementar este apartado, hallamos en la animación y música de la serie, las habituales técnicas de Madhouse con la animación, presentando una coloración oscurecida en un nivel simbólico y en uno real o ambiental – siempre desafiando la percepción del contraste de cualquier pantalla y retina –, y con la música, eligiendo el post-rock en la tradición de Hideki Taniuchi (Akagi, Kaiji, Death Note y Aoi Bungaku); combinación más que perfecta para el particular, al conseguir respaldar la manipulación emocional.

Un clásico, "Falcon Punch!"

El manejo de la emoción es una técnica muy importante para este episodio que logra condensar en una extensión regular, emociones que en sincronización con el espectador desencadenan reacciones muy bien perfiladas. Mencionamos la aparente brevedad del episodio, o al menos la percepción del mismo, ya que incluso en visionados sucesivos el efecto soporta la repetición y se decanta por su sólida premisa, resultante de amalgamar recursos (historia, secuencias, situaciones, diseño, tiempo, simbolismo y música) y suponer como factor imprescindible, la emoción o mundo moral del espectador. Un drama de esta naturaleza despierta en el televidente emociones que son justificadas al asimilar el relato, disponiendo de un grupo de personajes marginales en situaciones de vulnerabilidad y desasosiego. Durante el largo del capítulo se los ha visto padecer del rechazo justo/injusto, de su vejación física y moral, del quiebre de sus umbrales morales e ideológicos y de la re-humanización a través de la esperanza o promesa del resarcimiento. Encarnada cada emoción en un personaje, los conflictos fungen como vorágine en un mundo endurecido que clama por la compasión del público, algo propio de un discurso enarcado como populista, pero válido en pos del arte/animación/historia. El uso de una narradora refuerza el ritmo expositivo con cadencias e inflexiones que en voz de Megumi Hayashibara – hecho que se agradece en grado sumo – funcionan en todos los niveles planificados, haciendo poética la trama violenta y dura que pretende venderse – y que realmente es. Esta condensación mantiene en un estado peculiar los minutos porque parece adolecer de un crescendo claro, y se suspende en un tempo de revelación y climax poco común, más ligado a un esquema de prólogo que de introducción. Lo cierto es que una síntesis de este tipo con sólo picos dramáticos disimula el crescendo a partir de un hecho de por sí climático, ocultándolo, pero que funciona a discreción en fibras emotivas conscientes e inconscientes. El drama entonces estalla a cada momento, desde el primer segundo y sigue en ese nivel de éxtasis durante su exposición cambiando de leitmotiv a merced de la evolución de personajes – obsérvense los cambios de perspectivas y visión del mundo a lo largo del capítulo.

Estos chicos son un desastre, literalmente. Miren este rostro

Otro de los hechos que conducen el manejo del espectador es la relación de los personajes con los demás y el simbolismo que entraña la evolución de planos hasta el evidente cambio final. Quizás el elemento más claro de cambio, progresión y avance sea, además del cambio y desplazamiento de planos espaciales, la transformación anímica del grupo, coronada por el simbólico cielo despejado en el final del episodio. Se abre y cierra con paisajes claros, soleados, esperanzadores y vivos (el árbol tallado) que son diáfanos en sí, pero melancólicos como vemos en gran parte de la animación, oscura y opresivamente densa. La relación con los demás no es agradable, se muestra tergiversada por malos entendidos, supuestos y prejuicios cuyos ejemplos son: la niña rechazando la ayuda de Jou, el guardia golpeando en todas las ocasiones a los reclusos, la vejación sexual del doctor de la escuela y el escarmiento de Sakuragi – que los golpea en dos niveles el físico y el espiritual. Estas relaciones conflictivas no son, sin embargo, lo suficientemente fuertes como para no ser contrarrestadas por el resarcimiento. La luz no está privada al recuerdo o a la exterioridad del relato sino que está esperando allí, los aguarda hasta que comprendan que el mundo que conocen los hace víctimas de su propia ira. No es hasta que Sakuragi los golpea y los sermonea, que logran entender su situación real. No podían ver la luz de esperanza porque estaban sumidos en el odio, pero en esas fauces la luz del resarcimiento aguardaba ser despertada y Sakuragi, quien la tiene de su parte, y conoce además el infierno, se las muestra, siendo castigador y salvador al mismo tiempo. Por esto, no es gratuito el hecho de que la única ventana que ilumina parcialmente la habitación siempre esté frente o a espaldas de Sakuragi. Esta se convertirá luego en el medio conductor para el acceso a la esperanza, o al menos a su promesa, porque son re-humanizados; han sido llevados hasta allí en sentido estricto para cumplir sus penas, pero también para conocer el resarcimiento. Sakuragi encarna esos valores ideales que ellos requieren para estar completos y seguros, porque esa seguridad de hermano mayor (aniki o anchan como lo apodan), con enfoque épico, varonil y delincuencial es paradigma – el concepto de kakkoii es llevado al extremo de lo dramático. Véase el diseño, voz, entonación, y postura de Sakuragi. Rainbow es una serie que condensa múltiples emociones sin sacrificar lo verídico y realista logrando un climax – usemos epicness por capricho – verdadero, lo cual es un gran acierto. Esta es una producción lograda que soporta el análisis y el múltiple visionado; una historia adulta de mano de los cuasi-especialistas del género (Madhouse) en un periodo saturado de producciones masivas que ya agotaron sus recursos y presentan, sino decadencia, sí transformación (para bien o mal). En síntesis, una de las series seinen de visionado obligado en esta temporada, y digo una, porque hay más títulos – los revisaremos aquí también: Sarai-ya Goyou, Senkou no Night Raid y Yojo Han Shinwa Taikei – del género que “aparentan” ser interesantes en esta primavera 2010.

Michael Scofield y compañía posando para el póster de Prison Break